La batalla de los smartphones sumó está semana a un nuevo miembro que no sólo presenta uno de los productos más novedosos, sino que también llega de la mano de una tensión geopolítica.
Ambas marcas presentaron sus respectivas versiones más recientes de teléfonos celulares. La vigencia del iPhone, el impacto del Mate XT y las regulaciones a China.
La batalla de los smartphones sumó está semana a un nuevo miembro que no sólo presenta uno de los productos más novedosos, sino que también llega de la mano de una tensión geopolítica.
En simultáneo a la Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple, Huawei lanzó desde China una preventa de su nuevo teléfono celular y le declaró la guerra fundada por Steve Jobs.
Apple renovó su flota con las cuatro variantes del iPhone 16, que presenta una serie de mejores técnicas en el sistema operativo y la incorporación de un botón extra para activar y manipular la cámara desde la carcasa.
Por el lado de Huawei, el golpe llega de la mano del Mate XT, el primer smartphone con triple pantalla plegable y con más de 3 millones de reservas en su primera jornada. Se lanza a la venta oficialmente el 30 de septiembre.
Cada uno con sus respectivas virtudes y falencias, protagonizan, al menos durante los primeros meses y a modo de expectativa, un nuevo plano de la carrera tecnológica.
En lo que respecta a la cámara, esta nueva generación de iPhone tendrá un sensor principal de 48 MP y un telefoto de 12 MP para los modelos base.
Otra de las novedades es la llegada de un botón al costado derecho inferior del teléfono. Esta opción servirá como un acceso rápido a la cámara y para capturar las imágenes. Lo que permitirá una experiencia más cómoda para algunos usuarios.
El lanzamiento se dio en simultáneo con cuatro modelos. Los más avanzados de la nueva generación de iPhone tendrán entre otras particularidades, una pantalla más grande. La misma será de 6,3 pulgadas para el 16 Pro y de 6,9 para el 16 Pro Max. Además, el telefóno podrá adquirirse en los colores negro, plata, gris y bronce.
Precios
La novedad de Huawei pasa por su pantalla que puede cambiar del smartphone tradicional a una triple pantalla a nivel de una tablet, lo que lo convierte en un dos productos dentro de uno.
A su pantalla de 10,2 pulgadas, se le suma una batería de 5.600 miliamperios por hora y cargas rápida e inalámbrica de 66 y 50 vatios. Aún no se han difundido datos sobre el tipo de procesador del que dispone.
Precios
Todavía en instancia de reservas, cuesta entre 20.000 yuanes (2.809 dólares, 2.548 euros) y 24.000 (3.370 dólares, 3.059 euros).
Si bien las mayores trabas para los productos chinos en el mundo recaen sobre los vehículos eléctricos, no sería sorpresa toparse con un crecimiento de estas medidas en el mercado de smartphones.
Dentro de la Unión Europea (UE), el rango de impuestos agregados por el hecho de ser productos provenientes de Beijing va desde 17% a 34%. En Canadá, algunos casos pueden llegar hasta el 100%.
En pleno debate presidencial de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, ambos desde sus respectivas perspectivas, han criticado políticas de gobierno que favorecieron a la industria china por sobre la estadounidense y plantean un futuro más insistente en este plano.
Xiaomi fue de las primeras que golpeó de forma directa el mercado occidental con la creación de su propio microuniverso de elementos tecnológicos conectados, ahora con su vehículo eléctrico. El arribo de Huawei a la primera línea de teléfonos potencia a este grupo de empresas.
Uno de los principales motivos de las complicaciones, principalmente para Europa, de la llegada de marcas chinas recae en su bajo costo. El proceso de financiamiento desde el Partido Comunista de China reduce su precio final y compite con amplia ventaja contra el resto de productos. Se trata de una cuestión de estado que la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, reclamó en sus últimas visitas al gigante chino.
Uno de los aliados para China dentro de la UE está siendo España. El presidente Pedro Sánchez pidió abiertamente a la Comisión Europea y a los otros 26 Estados miembros que "reconsideren" los aranceles impuestos principalmente a los vehículos chinos.
La industria automotriz china posee hace años un nombre en el tablero del mundo, pero recién en los últimos meses se ha convertido en motivo de discusión directa. Lo mismo puede suceder con los smartphones, partiendo incluso desde una mirada estadounidense preocupada por supuesto espionaje, algo que ya sucede con ByteDance y TikTok.