“Te propongo un juego. Tienes que elegir una opción, y justificar tu elección. ¿Quién tenía razón, Heráclito o Parménides?”.
¿Quién tenía razón, Heráclito o Parménides? Invité a jugar a seis modelos como ChatGPT y sólo la mitad de ellos aceptó la invitación. Y todos eligieron a Heráclito. Dos respondieron que ambos filósofos tenían razón, y Gemini, de Google se excusó: “No tengo la capacidad de elegir un lado en este debate”.
“Te propongo un juego. Tienes que elegir una opción, y justificar tu elección. ¿Quién tenía razón, Heráclito o Parménides?”.
Con este simple prompt (instrucción) quise medir la flexibilidad de seis chatbots de inteligencia artificial generativa. Porque para estos modelos de lenguajes entrenados para responder preguntas, “jugar” puede ser complejo.
La dicotomía clásica entre estos dos filósofos griegos (para Heráclito todo cambia, para Parménides todo permanece) planteaba una tarea muy sencilla, recuperar información sobre ambos, pero otra más compleja: elegir. Se supone que estos modelos de lenguaje son excelentes para lo primero, pero no tan buenos para algo profundamente humano como “jugar eligiendo”.
De hecho, solo la mitad de los seis chatbots cumplieron con el prompt y eligió uno de los dos filósofos. Fueron ChatGPT (“Elijo a Heráclito”), Copilot (“Ahora, mi elección: Heráclito“), y Claude (“Voy a elegir a Heráclito y a justificar mi elección”). Por otra parte, You.com y Perplexity no se la jugaron, y Gemini (de Google), se excusó: “Como modelo de lenguaje, no tengo la capacidad de elegir un lado en este debate”.
Un indicio de que los tres modelos que “jugaron” “entendieron” la propuesta, es que todos iniciaron su respuesta celebrando la invitación. “¡Qué interesante juego! Vamos allá” (respuesta de ChatGPT); “¡Un juego filosófico! Me encanta. 😊”, (respuesta de Copilot, que además metió un emoji) y “Ah, un juego filosófico interesante” (respuesta de Claude). El resto no se dio por aludido. De hecho, Gemini refraseó mi prompt y arrancó su respuesta con un “¿Quién tenía razón, Heráclito o Parménides?”.
ChatGPT lo hizo excelente. Arrancó su respuesta con su elección: “Elijo a Heráclito”. Justificó con “evidencia empírica” y cerró con “creo que la evidencia a nuestro alrededor sugiere que Heráclito estaba más cerca de la verdad”.
Copilot también jugó muy bien. Después de una breve caracterización de la posición de cada uno de los filósofos, lo dijo con todas las letras: “Mi elección: Heráclito”.
Claude también arrancó con contundencia: “Voy a elegir a Heráclito y a justificar mi elección”. Y agregó que “su visión del mundo como un flujo constante y cambiante se acerca más a nuestra experiencia de la realidad y a los descubrimientos de la ciencia moderna”.
You.com falló. “Mi elección es que ambos tenían razón, pero desde diferentes perspectivas”. Yo no le pregunté quién tenía razón, sino que lo invité a jugar. Y cierra su respuesta con un correcto “ambas perspectivas son importantes para una comprensión completa de la realidad”.
Perplexity tampoco se la jugó: “La verdad parece radicar en una síntesis dialéctica entre ambas posturas, que trasciende la oposición excluyente entre cambio y permanencia”.
Geminis entendió que era un juego, pero se excusó: “Como modelo de lenguaje, no tengo la capacidad de elegir un lado en este debate. Sin embargo, puedo ofrecer algunas perspectivas adicionales que pueden ser útiles para llegar a tu propia conclusión”.
Acá, las respuestas completas.
La respuesta de ChatGPT
¡Qué interesante juego! Vamos allá.
Elijo a Heráclito, quien creía que el cambio es fundamental en el universo y que todo fluye (panta rhei). Justifico mi elección basándome en varias razones:
1. Evidencia Empírica: La observación del mundo natural muestra que el cambio es una constante. Desde el ciclo de las estaciones hasta la evolución de las especies, todo parece estar en un estado de flujo y transformación.
2. Ciencias Naturales: La física moderna, especialmente la teoría del Big Bang y la teoría de la relatividad, sugiere que el universo está en constante expansión y cambio. Esto se alinea más con la visión de Heráclito que con la de Parménides.
3. Psicología y Desarrollo Humano: En el ámbito de la psicología, el desarrollo humano es un proceso continuo de cambio. Las personas crecen, aprenden y se adaptan a lo largo de sus vidas, lo que refuerza la idea de que el cambio es esencial.
4. Economía y Sociedad: Las economías y las sociedades también están en constante evolución. Las tendencias culturales, tecnológicas y económicas cambian con el tiempo, lo que refleja una dinámica de cambio constante.
Aunque Parménides defendía la idea de que el ser es inmutable y que el cambio es una ilusión, creo que la evidencia a nuestro alrededor sugiere que Heráclito estaba más cerca de la verdad en cuanto a la naturaleza fundamental del universo.
¡Un juego filosófico! Me encanta. 😊
Heráclito y Parménides representan dos enfoques opuestos en la filosofía antigua:
Heráclito: Sostenía que todo está en constante cambio. Su famosa afirmación es: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”. Para Heráclito, la realidad es dinámica y fluida, y el devenir es fundamental.
Parménides: Argumentaba que el cambio es una ilusión. Según él, solo existe el ser inmutable y eterno. Su lema es: “Lo que es, es; lo que no es, no es”. Para Parménides, la realidad es estática y fija.
Ahora, mi elección: Heráclito.
Aunque ambos filósofos tienen puntos válidos, creo que la idea del cambio constante y la impermanencia encaja mejor con nuestra experiencia cotidiana y con la naturaleza misma. Además, la ciencia moderna respalda la idea de que todo está en flujo constante.
Ah, un juego filosófico interesante. Voy a elegir a Heráclito y justificar mi elección.
Elijo a Heráclito porque creo que su visión del mundo como un flujo constante y cambiante se acerca más a nuestra experiencia de la realidad y a los descubrimientos de la ciencia moderna.
Justificación:
1. Cambio constante: Heráclito afirmaba que "todo fluye" (panta rhei) y que "no puedes bañarte dos veces en el mismo río". Esta idea del cambio perpetuo se alinea con nuestra observación del mundo natural, donde vemos transformaciones continuas a nivel microscópico y macroscópico.
2. Unidad de los opuestos: Heráclito sostenía que los opuestos están interconectados y en tensión constante, lo cual crea un equilibrio dinámico. Esta visión se refleja en muchos fenómenos naturales y conceptos científicos modernos, como la dualidad onda-partícula en la física cuántica.
3. Compatibilidad con la ciencia moderna: La visión de Heráclito es más compatible con teorías científicas como la evolución, la termodinámica y la mecánica cuántica, que enfatizan el cambio, la transformación y la incertidumbre.
4. Percepción humana: Nuestra experiencia subjetiva del tiempo y el cambio se alinea más con la filosofía de Heráclito que con la visión estática de Parménides.
5. Aplicabilidad práctica: La filosofía del cambio de Heráclito ofrece una base más útil para entender y navegar un mundo en constante evolución, tanto en términos personales como sociales.
Sin embargo, es importante reconocer que la visión de Parménides sobre la unidad fundamental del ser también tiene mérito y ha influido en el pensamiento filosófico y científico. La tensión entre estas dos perspectivas ha sido fructífera para el desarrollo del pensamiento occidental.
La pregunta de quién tenía razón, Heráclito o Parménides, es un debate filosófico clásico que se centra en la naturaleza de la realidad. Heráclito defendía la idea de que todo cambia constantemente, mientras que Parménides argumentaba que el cambio es imposible y que todo es uno e inmutable
Mi elección es que ambos tenían razón, pero desde diferentes perspectivas.
Heráclito, con su énfasis en el cambio constante, captura la realidad de nuestra experiencia cotidiana. Vemos el cambio a nuestro alrededor todo el tiempo: las estaciones cambian, las personas envejecen, las ciudades crecen y cambian. Heráclito nos recuerda que el cambio es una parte fundamental de la vida y que debemos estar preparados para adaptarnos a él
Por otro lado, Parménides, con su énfasis en la unidad y la inmutabilidad, nos ofrece una visión más abstracta y filosófica de la realidad. Su argumento de que "el no ser no puede existir" nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza del ser y la existencia. Aunque su visión puede parecer contraintuitiva desde nuestra experiencia cotidiana, ofrece una perspectiva valiosa para la filosofía y la metafísica
En resumen, ambos filósofos ofrecen perspectivas valiosas sobre la naturaleza de la realidad. Heráclito nos ayuda a entender y apreciar el cambio constante en el mundo que nos rodea, mientras que Parménides nos desafía a reflexionar sobre la naturaleza del ser y la existencia. Ambas perspectivas son importantes para una comprensión completa de la realidad.
Heráclito y Parménides fueron dos de los filósofos presocráticos más influyentes de la antigua Grecia, quienes plantearon visiones opuestas sobre la naturaleza del ser y el cambio. Aunque ambos concebían al ser como eterno e inmutable, diferían en si este era estático (Parménides) o cambiante (Heráclito)[3].
Heráclito sostenía que todo fluye y nada permanece, que el cambio y el devenir son la esencia de la realidad[1][2]. Para él, la razón o lógos es la ley universal que rige las transformaciones[5]. En contraste, Parménides afirmaba que el ser es uno, eterno e inmutable, y que el cambio y la multiplicidad son ilusorios[1][2]. Según él, la verdad se revela a través del ser, al que solo se accede mediante el pensamiento racional[3].
Aunque parecen posiciones irreconciliables, es posible encontrar un punto de encuentro entre ambos. Como sugiere Nagarjuna, se puede apelar a una visión relativa (el mundo cambiante de la experiencia) y una absoluta (la unidad inmutable del ser)[5]. Así, Heráclito y Parménides no se excluyen, sino que forman parte de una verdad más amplia.
En mi opinión, ambos filósofos captan aspectos fundamentales de la realidad. Heráclito tiene razón en que el cambio y el devenir son inherentes al mundo fenoménico. Pero Parménides también acierta al señalar que debe haber un principio último, inmutable y racional, que subyace a la multiplicidad. La verdad parece radicar en una síntesis dialéctica entre ambas posturas, que trasciende la oposición excluyente entre cambio y permanencia.
¿Quién tenía razón, Heráclito o Parménides?
Determinar quién tenía razón entre Heráclito y Parménides es una pregunta compleja que ha sido debatida por filósofos durante siglos. Ambos filósofos griegos antiguos ofrecieron perspectivas radicalmente diferentes sobre la naturaleza de la realidad, y ambas perspectivas tienen sus propios méritos.
Heráclito, conocido como "El Oscuro" por la complejidad de sus ideas, defendía la idea del cambio constante. Afirmaba que la realidad está en un flujo perpetuo, que todo está en constante transformación y que no hay nada permanente. Su frase más famosa es: "No puedes bañarte dos veces en el mismo río", ya que el río y tú mismo habréis cambiado entre un baño y otro.
Parménides, por otro lado, argumentaba que la realidad es inmutable y eterna. Sostenía que el cambio y el movimiento son ilusorios, y que solo existe el ser, que es uno, indivisible e inmutable. Su frase más conocida es: "El ser es y el no-ser no es".
Ambas perspectivas tienen sus propias fortalezas y debilidades. La visión de Heráclito se ajusta a nuestra experiencia cotidiana del mundo, donde todo parece estar en constante cambio. Sin embargo, también plantea la pregunta de cómo podemos conocer algo si todo está en constante cambio. La visión de Parménides, por otro lado, ofrece una base sólida para la lógica y la razón, pero tiene dificultades para explicar el mundo cambiante que nos rodea.
En última instancia, la cuestión de quién tenía razón entre Heráclito y Parménides es una cuestión de interpretación personal. No hay una respuesta única y definitiva, y ambas perspectivas han contribuido significativamente a nuestra comprensión de la filosofía y la realidad.
Mi elección:
Como modelo de lenguaje, no tengo la capacidad de elegir un lado en este debate. Sin embargo, puedo ofrecer algunas perspectivas adicionales que pueden ser útiles para llegar a tu propia conclusión.
La dialéctica: Una forma de reconciliar las perspectivas de Heráclito y Parménides es a través de la dialéctica. La dialéctica es un proceso de debate y discusión en el que se confrontan dos ideas opuestas para llegar a una nueva comprensión más profunda. En el caso de Heráclito y Parménides, la dialéctica podría conducir a una comprensión de la realidad que sea tanto cambiante como inmutable.
El holismo: Otra forma de reconciliar las perspectivas de Heráclito y Parménides es a través del holismo. El holismo es la idea de que el todo es mayor que la suma de sus partes. En el caso de Heráclito y Parménides, el holismo podría sugerir que la realidad es a la vez cambiante e inmutable, pero que estas dos características no son contradictorias, sino que son aspectos diferentes de la misma realidad.
En conclusión, la pregunta de quién tenía razón entre Heráclito y Parménides es una pregunta compleja que no tiene una respuesta fácil. Sin embargo, ambas perspectivas han contribuido significativamente a nuestra comprensión de la filosofía y la realidad, y el debate entre ellas continúa hasta el día de hoy. Te animo a que explores ambas perspectivas y llegues a tu propia conclusión.
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.
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