Por qué para el FMI la Argentina todavía no está preparada para ser el "cuarto polo de la inteligencia artificial"
Tomas Fuleston, profesor de economía de la Universidad Torcuato Di Tella, analiza en profundidad cuáles son los factores que utilizó el Fondo Monetario Internacional para armar un ranking de países más adecuados a esta tecnología.
Una nueva investigación del Fondo Monetario Internacional clasificó a los países por su grado de preparación para adoptar la inteligencia artificial. En líneas generales, los países con las economías más desarrolladas mostraron un porcentaje superior en relación a los países que aún se encuentran en desarrollo.
El primer puesto lo compartieron Estados Unidos y Países Bajos que en una escala de 0 a 1 registraron un 0,77 en su nivel de equipamiento para encarar la nueva ola tecnológica. Después, los siguen países como Finlandia (0,76), Estonia (0,76), Alemania (0,75), Nueva Zelanda (0,75), Suecia (0,75), Reino Unido (0,73), Australia (0,73), Japón (0,73), Israel (0,73), entre otros.
En Sudamérica, ningún país superó el 0.6. La región fue liderada por Chile, que obtuvo un puntaje de 0,59 y lo siguió Uruguay (0,55), Brasil (0,5), Perú (0,49), Colombia (0,49) y Argentina, finalmente, con 0,47. Estos números distan de los deseos del presidente Javier Milei, quien en el último tiempo enfatizó que quiere convertir a la Argentina en “el cuarto polo tecnológico”.
Gráfico que muestra el nivel de preparación para adoptar la inteligencia artificial según cada país. Crédito: FMI.
El mes pasado el presidente se juntó con los Directores Ejecutivos de las empresas más importantes en materia tecnológica: Sam Altman (OpenAI), Tim Cook (Apple), Mark Zuckerberg (Meta), Elon Musk (Tesla) y Sundar Pichai (Google). Además, Damién Reidel, asesor que lo acompañó al viaje y físico especialista en redes neuronales, afirmó en una entrevista para Canal 26 que en la Argentina "se alinearon los planetas" para que sea el cuarto polo de inteligencia artificial.
Entonces, ¿por qué el país quedó tan abajo en el ranking del FMI? Para el estudio se usaron cuatro indicadores fundamentales: infraestructura digital; capital humano y políticas del mercado laboral; innovación; e integración económica y regulación. Tomás Fuleston, economista de Proficio Investment y profesor de economía en la Universidad Torcuato Di Tella, desglosa en diálogo con El Litoral estas variables y explica cuáles podrían ser las razones.
En primer lugar, cuando hablamos de infraestructura digital, según el economista, nos referimos a la oferta de servicios tecnológicos: Internet de alta velocidad, 5G, centros de almacenamiento de datos masivos que permitan el desarrollo de tecnologías de big data, entre otras. Argentina, en ese sentido, se encuentra algunos escalones abajo.
El experto explica que esto se debe a años de políticas que impidieron al país tener una apertura internacional adecuada, que ignoran estas innovaciones tecnológicas y que priorizan otras industrias intensivas sin tanto trabajo como la automotriz o la textil. “Esto resulta en un distanciamiento hacia el desarrollo de una infraestructura digital vanguardista como la que vemos en los países avanzados, fundamentales para la adopción de la IA”, manifiesta Fuleston.
En segundo lugar, el capital humano se refiere a la habilidad y capacidad de los trabajadores. El profesor de Di Tella asegura que en este aspecto una de las principales variables, entre muchas otras que se evalúan, es el nivel educativo que tienen los residentes del país que repercute directamente en el desempeño del trabajador. “No hay duda de que la educación en la Argentina transitó, en los últimos años, una baja de calidad importante”, profundiza.
En relación a esto, de acuerdo con las Pruebas Pisa de 2022, Argentina ocupó el puesto 66 de los 81 participantes. Sin muchos cambios desde la última evolución en 2018, en lo que respecta a Matemática 7 de cada 10 estudiantes no logra niveles básicos, mientras que en Lectura y Ciencias 5 de cada 10 estudiantes no alcanzaron los niveles mínimos de desempeño.
En relación a las políticas del mercado laboral, Fuleston explica que en Argentina son muy poco flexibles, lo que desincentiva el desarrollo de la economía. Esto, en definitiva, puede explicar el puesto bajo en el ranking del FMI. “Tenemos un mercado laboral poco dinámico donde hay muy pocas contrataciones, muy pocos despidos y mucha informalidad”, comenta.
En línea con esto, agrega que si eventualmente se flexibiliza el sistema laboral y se vuelve más dinámico y productivo, esto puede facilitar la integración de la inteligencia artificial. “Las transiciones económicas donde se adopta una nueva tecnología, donde evoluciona y se transforma el mercado laboral son difíciles en un marco de leyes tan rígidas”, asegura.
Por último, en relación a la integración y la innovación, Fuleston enfatiza en que hay que dar capacitaciones para que los trabajadores, que antiguamente estaban en otros rubros, puedan también hacer una transición en esta ola tecnológica (un factor del que hoy carecemos). “Tiene que haber nuevas políticas para integrar a las personas en un nuevo mercado laboral potenciado por la inteligencia artificial, donde aprendan a explotar y entender estas herramientas para poder buscar un empleo”, concluye.
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.
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