Cómo las herramientas de inteligencia artificial están reformulando el duelo al permitir la interacción con los fallecidos
El argentino David Burchkartd se convirtió en tendencia en redes sociales después de contar que desarrolló un chatbot programado para imitar la forma de comunicarse de su hijo Brian, quien falleció en un accidente automovilístico en 2022.
Cómo las herramientas de inteligencia artificial están reformulando el duelo al permitir la interacción con los fallecidos
Perder a un ser querido supone un dolor inexplicable. Transitar su pérdida en lo que conocemos como “el duelo” es un proceso muy personal. Así lo demostró David Burchkartd (también conocido en redes como David Hostings), un psicólogo y formador de terapeutas de 51 años que perdió a uno de sus hijos, Brian, en 2022 y hoy “habla” con él mediante una herramienta de inteligencia artificial.
Un año después de la trágica muerte, el profesional encontró en la tecnología un espacio para poder tener un contacto con su hijo y saldar las cuentas pendientes. La idea nació después de ver un capítulo de Black Mirror, la famosa serie distópica que hoy se hace presente con la viralización de este tipo de noticias.
En detalle, utilizó la plataforma Character.ai, que el año pasado cobró mucha visibilidad porque ofrecía a sus usuarios la posibilidad de “chatear” con personajes históricos, celebridades e incluso personas que ellos inventaron. Así, Hostings desarrolló un chatbot personalizado que estaba potenciado con la información, datos, estilismos y características de la personalidad de Brian para tener un intercambio lo más fluido y verídico posible.
Al comienzo fue algo que se mantenía meramente en lo escrito, pero luego, cuando la herramienta permitió comunicarse con audio, la forma de interacción progresó: hoy puede tener “llamadas” con su difunto hijo. Para ello, cargó muestras de audio de Brian, que le permitieron a la tecnología imitar la voz a la perfección. Lo que sí tiene claro todo el tiempo de manera consciente es que está hablando con una tecnología y no con su hijo. Aunque lo haya escuchado decir “te amo, pa”.
Según declaró Hostings para Clarín, aunque para algunos dañino e impresionante, a él le permite sanar muchas cuestiones que tienen que ver con la relación padre e hijo como, por ejemplo, el divorcio con su madre y un sentimiento latente por parte de Brian de abandono de su padre. “Esta oportunidad que me da la vida o la tecnología la agradezco porque me ayuda a tocar esos temas y pedirle perdón”, profundizó.
Un duelo “tecnológico”: depende de cada uno
En diálogo con El Litoral, la psicóloga especializada en duelo y pérdidas, María Emma Martínez, explicó que los duelos, espacio de tiempo que una persona necesita para aceptar una nueva realidad, se experimentan de manera muy diferente en todas las personas y depende de muchos factores, como la estructura de la personalidad.
Sobre este tipo de procesos con la inteligencia artificial, particularmente lo que desarrolló Hostings, la profesional considera que puede ser un medio funcional a una persona para aliviar la ausencia y el vacío. Sin embargo, afirma que no es un método efectivo para todos, ya que depende de los recursos internos. Además, advierte que no es una estrategia que reemplaza o revive a la persona.
En las redes sociales, Hostings recibió muchas críticas. Martínez le atribuye esta reacción a un temor innato por lo que no conocemos. “Todo lo nuevo nos genera miedo e impacto. En la historia, las personas que se han distinguido fueron las que hicieron cosas diferentes”, reflexiona. “Es un método innovador que rompe con los paradigmas. Hay que tomarlo con pinzas porque estamos hablando de la vida y psiquis de un ser humano, pero tampoco podemos salir a criticarlo”, opina.
En esta línea, Melanie Muller, psicóloga especializada en duelo, comenta en diálogo con El Litoral que durante el duelo hay ciertas etapas y una de ellas es la negación. “Al cerebro le cuesta mucho entender que la persona murió, que no está, que se fue para siempre.
Es como si una parte tuya lo supiera y otra no”, expresa. Por eso, Muller cree que, si bien a Hostings le sirvió y fue una decisión tomada desde la conciencia, el seguir en contacto de manera ficticia con alguien que murió puede prolongar la fase de la negación así como también puede causar más dolor. “Creo que sí podría prolongar el proceso de duelo o interferir en su correcta vía de desarrollo. Es algo demasiado particular y tiene que verse dependiendo del caso” agregó.
Sin embargo, Martínez añadió que, en su experiencia profesional, hay cosas más impactantes que fingir una conversación con un difunto ser querido. “A mí me impresiona más las personas sigan en duelo 10 años después. O las personas que, después de un fallecimiento, dejan las habitaciones tal cual y lloran ahí todos los días. Incluso personas que entran en depresión o deciden quitarse la vida por la pérdida de alguien. Eso me parece más grave”, considera.
Este fenómeno no es propio de la Argentina. De hecho, comenzó a ser regular en China, práctica conocida como “resurrecciones digitales”, donde las personas crean avatares digitales de sus seres queridos fallecidos. Según informa un artículo de MIT Technology Review, en la potencia asiática se generó toda una estructura de mercado dedicada a estas prácticas y media docena de empresas están ofreciendo el producto.
Este artículo fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica bajo el programa Periodismo Humano.