La última semana en redes sociales se vio atravesada por la incertidumbre respecto al futuro de Twitter y cómo afectarían sus restricciones al resto de plataformas “satélite”.
Los privilegios del “pay per view” aterrizan en las redes sociales. Surgen Threads y Truth Social.
La última semana en redes sociales se vio atravesada por la incertidumbre respecto al futuro de Twitter y cómo afectarían sus restricciones al resto de plataformas “satélite”.
Elon Musk, propietario de la firma, inició el pasado fin de semana un proceso restrictivo para el uso de la red social para todos los usuarios. Planteando idas y vueltas, se definieron diferentes topes a la cantidad de tweets que las diversas categorías podían visualizar.
Lo concreto es que para los no verificados, el número ronda los 600, mientras que para los verificados se habló primero de 6.000, luego 8.000 e incluso se llegó a la cifra de 10.000.
Más allá del argumento del multimillonario en el que apunta a un supuesto filtrado masivo de datos e información ante la impactante actividad que posee Twitter, lo cierto es que se termina presentando como una de las tantas campañas de captación de nuevas suscripciones a su versión Blue. La ocasión actual con mayor rigidez y peor feedback de la comunidad.
A pesar de que no se aplicó aún con efectividad para todas las cuentas y regiones, muchos usuarios "cayeron en la trampa" e ingresaron al club de los Blue. Dentro de un mar de incertidumbre, se desconoce una fecha exacta para la aplicación de los límites que han quedado en stand.by.
TweetDeck, la aplicación web de la red social que potencia la experiencia y brinda una infinidad de facilidades principalmente en el ámbito laboral, cayó en la volteada de Elon.
Maquillado con el anuncio de una nueva versión, sin tantas novedades, se comunicó que a partir de agosto su uso será exclusivo de cuentas verificadas.
Los cambios en la funcionalidad de TweetDeck:
Estas modificaciones ya se podían observar en algunos usuarios y durante julio estarán disponibles para todos, a modo de prueba y publicidad.
La modificación ya oficial y la restricción en web deja dudas sobre la factibilidad de una de las “trampas” que se podían aplicar a límite de tweets por día.
Quienes ingresaban vía web, sea Chrome u otro buscador, no sufrían de las limitaciones de tuits cada 24 horas y eran capaces de hacer refresh de forma ilimitada. Siempre y cuando no hayan alcanzado el tope previamente.
Al tratarse de una función exclusiva de ordenador, el cambio en TweetDeck puede traer de la mano el arreglo a este “bug” de las prohibiciones de Musk.
Continuando con la incertidumbre del futuro de Twitter, algunos usuarios optaron por testear Truth Social, el espacio que Donald Trump patrocinó tras la suspensión de su cuenta en la red del pajarito.
Copiando parte del formato, puede definirse como una nueva opción en caso de que Twitter se convierta en un club privado. Muchos ya crearon su cuenta para asegurarse los @.
En un mix de familiaridad con la aplicación más longeva y la juventud de esta nueva plataforma, las críticas en las primeras horas fueron negativas.
Sea causalidad o coincidencia, Meta lanzó este jueves su propio “Twitter”: Threads. Siendo capaz de vincular las cuentas de Instagram y Facebook, es la gran apuesta y un posible puntapié a la diversificación del formato.
De momento, no cuenta con una oferta amplia de funciones o acciones para los usuarios, reduciendo exclusivamente al scrolleo en formato Twitter y un contenido que emula el de los instagramers.
Desde Twitter Inc. se comunicó que buscan iniciar acciones legales contra la firma de Mark Zuckerberg por plagio ante las notorias similitudes entre ambas aplicaciones.
Con un nicho mucho más específico y con paralelismos no tan directos, Mastodon también tuvo sus citados en la nómina de reemplazantes.
Caracterizado por su código abierto y libertades para los usuarios, alberga mini comunidades que limita el sinfín de interacciones que posee Twitter.