Aún no entró en vigencia y probablemente nunca se pueda aplicar, pero Elon Musk ya anunció dentro de una conversación de X que planea eliminar la opción de “Bloquear usuario” en la antes llamada Twitter.
Sigue la constancia de cambios de Elon Musk, quien desataría nuevamente el caos a los usuarios.
Aún no entró en vigencia y probablemente nunca se pueda aplicar, pero Elon Musk ya anunció dentro de una conversación de X que planea eliminar la opción de “Bloquear usuario” en la antes llamada Twitter.
El millonario y multifacético empresario redactó un tweet en respuesta a otra cuenta que habló sobre esta temática: "El bloqueo va a ser eliminado como función, excepto para los mensajes directos. No tiene sentido".
El mensaje suena a una de las tantas promesas incumplidas por el propietario y ya no CEO de X, pero eso no le resta probabilidades de que se concrete, al menos en cierta partes.
Procesos extravagantes e impensados ya fueron llevados a cabo por el fundador de Tesla y SpaceX, cambiando rotundamente la experiencia de los usuarios: la compra de Twitter, la presión para suscribirse a la versión Blue, la exclusividad premium de Tweetdeck y la modificación del nombre, por sólo nombrar los más llamativos.
Frente a una de las tantas críticas que recibió Musk, respondió con la palabra “Silenciar”, lo que alude la posibilidad de sostener esta función en vigencia.
Más allá de que se sostengan ciertas opciones, la eliminación de los bloqueos desataría un caos aún mayor a los que se han registrado hasta el momento, con injerencia directa en la experiencia.
Ciberacoso y ciberdelito
Uno de los principales motivos por los que los usuarios utilizan la opción de bloqueo es para poner freno, o al menos intentarlo, ante los ataques directos.
El acoso en redes sociales por violencia racista, xenófoba, sexual o de la categoría que sea, es posiblemente el mayor desafío al que se enfrentan administradores y usuarios en la actualidad de este tipo de plataformas.
La experiencia en el ex Twitter se encuentra marcada por la tensión, el debate y la agresión, hecho que podría potenciarse ante la imposibilidad de limitar la interacción de ciertas cuentas.
Si bien, roza las fronteras con otra problemática, los usuarios podrían verse expuestos con mayor facilidad a los delitos electrónicos.
La utopía de la “máxima libertad de expresión” podría traer de la mano una ola de casos de violencia, “cancelaciones” o persecuciones virtuales.
Spam
La regulación de los “mensajes no deseados” o publicaciones repetitivas masivas con fines comerciales fuera de las normativas de la plataforma ya se encuentra vigente.
Con la llegada de Elon Musk, se potenció esta mecánica y es más frecuente observar tweets silenciados por la propia red social o mensajes directos enviados al espacio de “Solicitud de mensajes”.
También se habilitó la posibilidad de refutar o “advertir” a otros usuarios sobre el grado de fidelidad del contenido del tweet o la posibilidad de que se trate de desinformación, con la inclusión de un mensaje informativo bautizado “Notas de Comunidad”.
Estas herramientas son accesibles a todas las cuentas, a pesar de que son gestionados por la administración de la red social. Lo que se vería afectado es el control de casos particulares en los que el usuario recibe de forma periódica “mensajes no deseados”, los que sólo podría silenciar.
Privacidad
El simple hecho de sostener la privacidad dentro de las redes sociales (situación que en ocasiones resulta contradictoria en relación a las características de redes sociales) es otra de las aristas “tocadas”.
Si bien no se afectan las funciones de Cuenta privada y el hecho de configurar un perfil sin datos personales (otra situación cada vez más frágil ante el crecimiento del “doxing”), aquellos que buscan crear su propia burbuja poseerán un arma menos.
Presencia en AppStore y Play Store
El problema más directo y concreto al que se enfrentaría Elon Musk radica en las normativas de las plataformas de descarga de iOS y Android.
Tanto AppStore como Play Store exigen que las aplicaciones con contenido generado por el usuario cuenten con el sistema de bloqueo. Este aspecto es clave para comprender la linealidad que existe en las redes sociales respecto a este función.
Se trata de una herramienta fija para que los usuarios combatan el acoso y la intimidación.
Su ausencia implicaría la salida del espacio de aplicaciones para smartphones, limitando su presencia a la web.
Incluso, Elon fue “víctima” de las “Notas de Comunidad” al anunciar este deseo de cambio. "Elon Musk no puede hacer esto. La función para bloquear a alguien en esta plataforma es un REQUISITO para que una aplicación de red social esté habilitada en App Store y en Google Play store", expresa la nota al pie del tweet que generó el debate.
Cae aún más la imagen de Elon
Embanderado bajo el lema de la libertad de expresión, el empresario sudafricano ha llevado adelante una serie de acciones que luego no condicen con el accionar personal.
En vida real (dentro de Twitter en sus primeros meses en la empresa) y en el espacio virtual, Elon Musk se ha encargado de bloquear, silenciar y eliminar cuentas, basándose en criterios personales y no en convenciones.
La especie de “régimen” que lleva a cabo y la caída en el rendimiento de la red social en diferentes espacios provocó una ola de críticas directas a su persona.
Musk sostiene su capital y peso social de miles de personas que avalan y acompañan su accionar, sin embargo, a medida que crece su popularidad y se inmersa en más círculos sociales, más cuestionamientos recibe.
A pesar de que apele a la “comedia” y la ironía desde su cuenta oficial, la presión ha calado en Elon, quien ya no es el CEO de X Corp. y Twitter desde mayo pasado, dando lugar a Linda Yaccarino.