Por Alejandro Galetto
Los resultados que obtuvo Carlos Larriera fueron fantásticos, de ensueño para todo el público local que desde su primera edición siguió de cerca la Santa Fe-Coronda. Pero ello hizo que el imaginario colectivo creyera sencilla la empresa de llegar primero en un maratón de estas características. Los hechos, con los años, fueron marcando el verdadero valor de lograr la victoria en las aguas de nuestra zona.
Primero, debieron pasar 26 años para que Larriera tuviera un sustituto en el rubro “santafesino vencedor”, ya que la hazaña de Diego Degano se llevó a cabo en 1988, muy lejos de aquel 1962 del último festejo del periodista. Después, en aquellos años bien locales, apareció Fernando Fleitas para meterse entre las cuatro victorias del cuádruple campeón mundial. Pero otra vez tuvimos que ser pacientes y dejar pasar una década para que en 2003 un asombrado Rafael Pérez llevara a lo más alto la bandera azul, roja y blanca de nuestra ciudad.
Como una mariposa
Degano ya había logrado dos victorias consecutivas en este maratón y llegaba como bicampeón ecuménico. Sin embargo, su conciudadano Fernando Fleitas ya había dado sobradas muestras de que su estilo y su mentalidad lo situaban en lo más alto de las posibilidades de victoria. Por eso, la edición número 18 fue una de las más espectaculares, con muchos grandes nadadores compitiendo pero con la candidatura reservada casi exclusivamente para los santafesinos.
El alemán Christoph Wandratsch y el estadounidense David Alleva ponían en duda las chances locales, al igual que la australiana Shelley Taylor Smith, que hizo recordar a los tiempos de Larriera, cuando la danesa Greta Andersen se constituía en un rival temible para los hombres.
Con 27 competidores se inició la competencia desde Piedras Blancas, con un tiempo hermoso. El lugar ocupado por el público fue, otra vez, destacado en esta edición, que tuvo un final emocionante.
Ganó Fleitas y segundo quedó Degano. Santa Fe se posicionó otra vez en lo más alto de la natación mundial de aguas abiertas. Coronda fue una fiesta nuevamente. Y ambos visitaron El Litoral al otro día, para reflejar sus sensaciones.
Fernando arribó primero con un tiempo de 7 horas, 44 minutos y 8 segundos, seguido por Degano; Wandratsch; Shelley Taylor; y Gustavo Oriozabala. Según algunos entendidos, en aquellos días se comentaba que un cambio de ruta de Florencio Romero (guía de Fleitas) a la salida del vado es lo que le dio la ventaja decisiva al vencedor sobre el campeón mundial.
Pero si de historias accesorias tenemos que hablar, es imposible eludir la que engalanó el final de aquella competencia. Luego de más de 7 horas y media de nado con la máxima presión, Fleitas recorrió los últimos 100 metros en estilo mariposa. Una muestra cabal de las cualidades físicas que demostraba Fernando por aquellos días.
Inesperado vencedor
El 2 de marzo de 2003, desde la Costanera Este se largó la trigésima edición del maratón más lindo del mundo. Eran las 9.15 y como había ocurrido en los últimos diez años, las esperanzas de ver a un santafesino en lo más alto del podio eran casi nulas.
Promediando la competencia, el alemán Wandratsch cometió un error de elección de camino junto con el guía y quedó muy relegado del pelotón, por lo cual decidió abandonar. El germano ya llegaba a nuestra ciudad como un nadador veterano, por lo cual muchos pensaron que era el final de su historia en nuestra zona. Sin embargo, tras la carrera había dicho que no se iba a retirar así, que iba a buscar la revancha.
El folklore de la Santa Fe-Coronda tomó más vida que nunca cuando faltando un par de horas, Rafael Pérez marchaba puntero y a buen ritmo. Y lo que por la mañana parecía utópico, tomó cuerpo concreto por la tarde. Fue una enorme sorpresa. Ganó Rafa, el santafesino que hizo rememorar grandes proezas de diez años atrás. “Soñé con esta victoria”, le dijo después a El Litoral. En aquella llegada tras 7 horas, 31 minutos y 7 segundos estaba esperando el Secretario de Deportes y Turismo de la Nación, Daniel Scioli.
Detrás de Rafa se ubicaron el búlgaro Petar Stoychev, el francés Stephane Gomez, la holandesa Edith Van Dijk y el checo Rostislav Vitek. En la sexta posición se ubicó otro santafesino: Francisco Sales Rubio. Además, compitieron Facundo Quiroga y Celeste Puñet.
Días después, tanto Pérez como su guía, Diego Fleitas, reconocieron a este diario que la victoria se debió más que nada a un gran trabajo psicológico, ya que “pasando Sauce Viejo empecé a tener dolores, fundamentalmente en los brazos”, recordó el nadador. Sin embargo, salió adelante con una fortaleza mental impactante. Y hasta el momento es el último santafesino que arribó primero a la costanera corondina.