Desde inicios de semana comenzó la incertidumbre del pueblo argentino sobre el futuro económico del país. Con la nueva incorporación al Gabinete de la ministra de Economía, Silvina Batakis, se acentuó la crisis económica y lunes y martes de esta semana comenzó la preocupación por trabas a las importaciones, como la que podría ocurrir con el café.
El dólar fluctúa constantemente y se teme que siga en aumento y vuelva a valores récord. Esta crisis afecta a distintos rubros: gasoil, salmón, insumos médicos y electrodomésticos, entre otros. Actualmente, preocupa el mercado del café, ya que no hay producción nacional que pueda reemplazar a las importaciones.
La primera medida por parte de las empresas de café fue disminuir los productos que son vendidos en los supermercados y restringirse a abastecer los locales comerciales. Lo importante para ellos es no realizar cortes en los puestos de trabajo ni tampoco duplicar precios.
Mirá tambiénBatakis aseguró que habrá nueva canasta de Precios CuidadosMarcelo Salas, dueño de una reconocida cadena de cafetería contó en diálogo con un medio nacional, que si las trabas a las importaciones se mantienen no podrán abastecer los locales y la facturación caería un 45%. Salas remarcó que les queda stock de café para 30 o 45 días y temen aumentar los precios ya que cientos de consumidores no podrán pagar ni una merienda. Los compañías cafeteras temen por su futuro ya que como sucedió en el rubro del sushi, el salmón se puede reemplazar por trucha, pero el café no tiene un sustituto.
“Esta incertidumbre se traslada en una presión hacia los precios. Las empresas no saben si van a poder hacer la reposición correspondiente. Hay un conjunto de situaciones de extrema gravedad. Para la economía y la producción no hay peor que la incertidumbre, que lleva a las empresas a tomar decisiones conservadoras para resguardarse”, explicaron desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
Esta situación no solo afectó al local en la Argentina, sino también a los proyectos en el exterior. El propietario cafetero confesó que estaban por entrar con la venta de café a los supermercados de Chile porque no podían cumplir con los contratos. Además, se vieron obligados a reducir sus exportaciones a los mercados de Uruguay y Paraguay.