Las aerolíneas advirtieron sobre el riesgo de argentinos varados
Solicitaron una reunión urgente con el Gobierno, Migraciones redujo a 600 el máximo de personas que pueden ingresar al país por día para intentar retrasar la circulación de la variante Delta de coronavirus.
Gentileza
10:29
La Argentina estableció un nuevo límite de 600 pasajeros diarios que pueden llegar al país en vuelos internacionales, lo que obligó a las aerolíneas a reducir más del 70% de sus ya acotadas frecuencias. Desde el Gobierno indicaron que la medida busca demorar la circulación comunitaria de la variante Delta de coronavirus, pero las empresas advirtieron sobre el riesgo de que nuevamente queden argentinos varados en distintas partes del mundo y alertaron sobre una profundización de la crisis en el sector.
Por la dramática situación, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) emitió este domingo una dura comunicación en la que solicitó con urgencia una reunión con el Gobierno.
“Comprendemos que el gobierno argentino está enfocado en proteger la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Como industria, hemos hecho todo lo posible para garantizar una conectividad segura del país, a pesar de las drásticas restricciones operativas que ya existen. Sin embargo, la nueva reducción de 70% en el número de pasajeros internacionales que puedan llegar diariamente al país, obligará a las aerolíneas a dejar en el extranjero a miles de pasajeros, principalmente ciudadanos y residentes argentinos, sin que ellos tengan la culpa”, dijo al respecto Peter Cerdá, vicepresidente Regional de IATA para las Américas.
Sin embargo, la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, salió al cruce y aseguró que “varados había cuando no había vuelos” y que ahora “algunos tendrán que demorar su llegada, pero la conectividad está asegurada, aunque con un menor número de arribos”.
“Desde el punto de vista práctico, todos los días dialogamos para que todas las empresas tengan posibilidad de operar”, dijo en diálogo con Radio 10 y reiteró que “la conectividad está asegurada de manera diaria de todas las zonas y el diálogo con las empresas es para determinar de qué manera lograr ese objetivo”.
Gentileza
Foto: Gentileza
Para las aerolíneas el escenario no es tan certero. Aseguran que ya con el tope que regía anteriormente de 2000 pasajeros diarios las compañías aéreas se habían visto obligadas a reducir y modificar drásticamente sus horarios, pero reducir a 600 las lleva a una situación crítica.
“Tal como está, las compañías aéreas no podrán aplicar la nueva norma del Gobierno. Como mínimo, deberían informar de cómo se distribuirán las 600 plazas entre las compañías aéreas que prestan servicios internacionales de pasajeros al país. Esto debe hacerse de forma no discriminatoria y transparente, por lo que hemos solicitado una reunión urgente con los responsables. Como industria, nos gustaría seguir ofreciendo una conectividad aérea esencial hacia y desde Argentina, tanto durante la pandemia como después”, señaló Cerda.
Como contrapartida, Tamburelli indicó que “todas las empresas están en alianzas que les permiten intercambio de pasajeros, y también hay convenios entre las alianzas” y aseguró que “el diálogo es muy fluido y se acentuó con la pandemia, pero también hay un componente de competencia”.
“Uno trata de que, si hay disminución de operaciones, sea de manera recíproca, que es lo que nos están pidiendo otros países. Por supuesto que uno siempre trata de cuidar a Aerolíneas Argentinas, pero el cupo aplica para todos y también la incluye”, detalló la funcionaria en respuesta a la queja de la IATA sobre un trato privilegiado para la línea de bandera.
No obstante, para Cerdá “al tomar estas decisiones unilaterales y de corto plazo, el Gobierno corre el riesgo de aislar aún más al país”. “Tenemos que aprender a vivir con el COVID-19 en adelante y las autoridades responsables tienen que seguir la ciencia y no dejar que el miedo guíe sus decisiones”, arremetió.
La preocupación del Gobierno está centrada en lo que está sucediendo en este momento en Europa, donde la variante Delta está pegando con fuerza. Este domingo el Reino Unido reportó más de 18.000 casos en un día, su mayor número desde febrero.
El objetivo es demorar lo más posible la circulación comunitaria de esa cepa en la Argentina, por eso, sumado a las nuevas restricciones, se iniciaron controles sobre la cuarentena obligatoria de quienes ingresan al país, pero los números no son alentadores: tres de cada diez no las cumplen.