Un criancero de 24 años de Loncopué murió por hantavirus tras el compromiso cardiopulmonar que le produjo esta enfermedad luego de un viaje a caballo hacía la Cordillera de los Andes.
Otras seis personas de su entorno permanecen aisladas en el Hospital de Loncopué por prevención y a la espera de los resultados de los análisis
Un criancero de 24 años de Loncopué murió por hantavirus tras el compromiso cardiopulmonar que le produjo esta enfermedad luego de un viaje a caballo hacía la Cordillera de los Andes.
El joven había sido convocado por otro criancero para construir una vivienda de veranada, en un paraje al límite con Chile, y se presume que estuvo en contacto con el roedor ya que durmió a la intemperie sin protección. Alejandra Bartoli, médica integrante del equipo de Epidemiología de la Zona Sanitaria II, relató medios de la zona que el paciente sintió un dolor de estómago al regresar de su viaje pero recién fue llevado al Hospital de Loncopúe el lunes pasado ya que no podían bajar su fiebre. “Cuando ingresa al hospital se presume que podría tratarse de coronavirus, ya que los primeros síntomas son iguales, aunque el hantavirus se caracteriza por realizar un cuadro pulmonar severo más rápidamente”, describió la médica.
Este hombre de 24 años tuvo además un compromiso en la coagulación de la sangre y una vez descartado el coronavirus fue derivado al Hospital de Zapala. En Zapala el hombre fue aislado pero ante su deterioro es definido otro traslado a un hospital de alta complejidad en Neuquén aunque finalmente el miércoles pasado falleció antes de llegar.
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El fallecido había estado en contacto con su padre, madre, su esposa y su dos hijas y con el otro criancero con el que fue a construir la vivienda. Estas seis personas permanecen aisladas por 45 días en el Hospital de Loncopué, aunque la médica aclaró que están en buen estado de salud sin síntomas y a la espera de los resultados de los análisis.