Por la época del año se registran más casos de avistajes de tarántulas en la capital correntina y los expertos solicitaron no atacarlas.
Durante la primavera se inicia la época de aparamiento de estas especies. Los machos dejan las cuevas para buscar a las hembras y, durante esta tarea, llegan a refugiarse en las casas de las zonas urbanas de la ciudad.
Por la época del año se registran más casos de avistajes de tarántulas en la capital correntina y los expertos solicitaron no atacarlas.
Nora Celeste Frank, del grupo Tarántulas Corrientes, un proyecto informal de conciencia urbana respecto a estos animales “olvidados por la sociedad”, explicó la importancia que tienen estas arañas en el ecosistema. “Durante la primavera llega la temporada de apareamiento de estos especímenes”, informó Frank.
De tal forma, esta situación estacional ocurre todos los años y tiende a generar pánico entre los vecinos ante la presencia en la superficie de las tarántulas, que durante el resto del año se refugian en cuevas bajo el suelo. “El macho sale de su cueva en búsqueda de la hembra y en ese recorrido se topa con nosotros por una cuestión de degradación del hábitat y del suelo a causa de las actividades humanas”, indicó Frank.
Explicó que antes era más común ver a estos animales solo en zonas periurbanas, pero “hoy es común que aparezcan en casas de las zonas urbanas”. “Creemos que las tarántulas no pertenecen a este lugar, pero están presentes por la falta de hábitat”, sentenció.
Otro factor que perjudica a la especie es el mascotismo.
La experta informó que todas las especies de tarántulas presentes en Corrientes son inofensivas “a pesar de tener un tamaño que puede resultar temible”. También indicó que todas menos una especie poseen veneno, pero “no de importancia sanitaria”. Solo lo usan para defenderse y atacar a sus presas, por lo que “no son peligrosas” para las personas y las mascotas. “No vemos a las tarántulas el resto del año, porque las hembras viven toda su vida en cuevas y los machos solo deambulan en la época de apareamiento”, relató Frank.
Explicó también que los machos que se cruzan en el camino de los humanos “están débiles”: dejan de comer y tomar en su etapa reproductiva adulta porque solo tienen presente la función de reproducirse y, así, perpetuar la especie.
Además de la época de apareamiento, las tarántulas solo se dejan ver en caso de grandes lluvias, en las que sus cuevas se inundan y suben a posarse en árboles. Los machos no son agresivos, solo defensivos. “Si los tocamos, se van a defender porque no tienen buena visión”, explicó Frank.
Recomendaciones
Frank indicó que, en el caso de ver una tarántula en la calle, lo mejor es no tocarlas y dejar que siga su camino. Sin embargo, a veces los machos buscan refugio hasta poder salir otra vez en busca de la hembra. Es en ese momento en que los especímenes se “meten en las casas”. “En ese caso, lo mejor es tomar un recipiente y sacarla a la calle”, aconsejó la mujer.
Importancia ecológica
“Tendemos a matar a las arañas por desconocimiento”, opinó la experta y explicó que la especie cumple una “importante función ecológica”.
Las tarántulas son grandes depredadoras de insectos y otros artrópodos, manteniendo el equilibrio poblacional de otros animales. “Si no existieran las tarántulas habría una población desmesurada de otros bichos”, consideró Frank y agregó que “si se mata a un animal, por más insignificante que este parezca, se afecta el equilibrio”. Incluso, regulan su propia población matándose entre ellas.
Miedo
Además, la experta opinó que a estos animales les pesa “una carga social negativa”, al igual que pasa con los murciélagos o las serpientes.
Frank asoció la respuesta de las personas al “miedo” que despiertan estas especies y consideró que ese temor surge por la desinformación. “Es un grupo poco estudiado”, indicó y agregó que educar e informar es el objetivo principal del proyecto Tarántulas Corrientes, conformado por cinco personas.
“Pareciera ser que si un animal no tiene una función para el ser humano, no sirve”, se lamentó Frank e indicó que estos animales son más fácilmente asesinados por ser “feos”. “Habría que empezar a entender que la belleza es subjetiva”, dijo Frank. “El declive de estas especies es la facilidad que tenemos para matarlas”, expresó y consideró que “es hora de cambiar estos hábitos”.