El Litoral
Hace treinta y un días que el San Juan no aparece. Tras la denuncia de Carrió y el conocimiento de un "informe secreto" de la Armada en 2016, el periodista Nicolás Wiñazki remarcó los puntos claves de la investigación en un informe.
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Clarín.com
En su nota para Clarín, Wiñazki comenzó remarcando que, cuando Elisa Carrió hizo la denuncia de corrupción k relacionando la tragedia del submarino como consecuencia de ésto, ese mismo día por la noche, el almirante Marcelo Srur fue desplazado de la jefatura de la Marina.
Esta decisión del ministro de Defensa, Oscar Aguad "¿está vinculada con la presentación judicial de Carrió?" escribió. Parece que, en al menos un documento, sí, explica. Se trataría de "un informe de una inspección técnica del submarino, a cargo de la propia Armada, y con fecha del 20 de diciembre de 2016. Un año atrás". El documento al que accedió Clarín estaba en conocimiento de Srur.
Otros informes de la Armada, escribió "contradicen a esta auditoría anterior. Esta situación fue una de las razones por las que Aguad decidió desplazar al Almirante Srur como jefe de la fuerza".
En su informe de diciembre de 2016, la Marina describe así el estado de ese buque de sumersión de guerra: “Las deficiencias encontradas en el equipamiento del ARA San Juan dificulta su alistamiento para cumplir con los planes de rigor”. En el mismo informe, la Marina señala que el San Juan no contaba con las herramientas básicas para socorrer a ningún posible herido en su navegación marítima. La Justicia deberá determinar si esos elementos se incorporaron durante 2017 al submarino.
El periodista, informó que en ese documento secreto oficial "se detallaba que el submarino presentaba limitación en la vida útil de las baterías”.
Pero, ¿Cómo fue la reparación del San Juan durante los años 2008 y 2014?
La propia Armada, contó Wiñazki, se sincera en su informe: “Durante las reparaciones de media vida se utilizaron materiales no adecuados o de baja calidad en sistemas sometidos a la acción del agua de mar y presión hidroestática”, describe el documento de la Marina al que accedió Clarín.
En la denuncia judicial presentada por Carrió, se pide que se investigue el proceso de “reparación de media vida” del San Juan. Pide además, investigar a la ministra Nilda Garré, a su jefe de Gabinete en el Ministerio de Defensa (que también era su hermano, Raúl Garré) y a quien reemplazó a Garré en el cargo, Arturo Puricelli. También pide que se investigue al sucesor de Puricelli y último ministro de Defensa K, Agustín Rossi, hoy jefe del bloque de diputados K. La denuncia también solicita que se investigue a “las autoridades de la Armada Argentina” que participaron de esa trama.
El documento secreto de la Armada en 2016
Este documento será clave para la investigación de la desaparición del submarino ARA San Juan. El mismo, advierte sobre varias deficiencias específicas que en aquel entonces presentaba el submarino. Por ejemplo, contó Wiñazki, que existía “una entrada de agua por el interior de los cables Loop en el cuarto de la radio”. O que ni siquiera contaba a bordo con las “señales pirotécnicas” de pueden usar los submarinos si entran en emergencia. Sí contaba con dos balizas, pero “obsoletas”, y “cuya frecuencia de emisión no es compatible con el actual sistema de comunicaciones”, continuó.
En el “documento secreto” de la Armada se consignaba por qué el submarino seguía funcionando, pese a todas la fallas marcadas en aquel momento: “Se pudo constatar que el Comando de Fuerza de Submarinos está realizando lo humanamente posible con los recursos asignados”.
Como se dio a conocer hace unos días, una de las empresas contratadas para "solucionar los desperfectos" del submarino San Juan se llama Ferroestaal. En un juzgado de Munich, Alemania, directivos de esa empresa admitieron ante la Justicia de su país que habían pagado sobornos para ganar contratos con el Ministerio de Defensa y la Armada Argentina.
Fue entonces, en 2011, cuando el submarino estaba supuestamente reparado, que la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, re inauguró el submarino y dijo que tendría una vida de 30 años. Al resto, ya lo sabemos.