Viernes 22.7.2022
/Última actualización 23:07
Una investigación llevada adelante por el Mossad, una de las agencias de inteligencia de Israel, reveló que los atentados contra la Embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994) fueron realizados por una célula del grupo terrorista chií libanés Hezbollah.
Ambas operaciones, que dejaron como saldo 107 personas fallecidas, se llevaron a cabo sin ayuda de funcionarios del Gobierno del difunto presidente Carlos Saúl Menem ni agentes de Irán en Buenos Aires, aunque no desliga de los ataques a éste último país.
En parte de la investigación que fue publicada en esta jornada por el diario estadounidense The New York Times, el Mossad aseguró que las autoridades iraníes aprobaron ambos atentados y el financiamiento necesario para poder perpetuarlos contra ambas entidades.
Además de los montos necesarios, los iraníes otorgaron a la célula entrenamiento, armamento y capacitación para la elaboración de los planes. Los atentados fueron una venganza en respuesta a las operaciones de Israel contra la milicia chiita en Líbano, concluyó la investigación.
La agencia también logró revelar que los explosivos utilizados en las dos operaciones entraron al país ocultos adentro de botellas de champú y cajas con chocolates, y en vuelos comerciales.
Además, Hezbollah preparó durante años una infraestructura secreta tanto en Buenos Aires como en otros puntos de Sudamérica, los cuales fueron utilizados para preparar detalles precisos sobre los ataques.
Es así como todos los productos químicos que se utilizaron en los explosivos fueron elaborados y adquiridos a una empresa creada por los terroristas.