Victor Martín Mallorquín era un suboficial de la policía de Formosa que vivía en esa provincia y que, por un tratamiento oncológico, debió trasladarse en mayo temporalmente a Resistencia. Luego de terminar con sus sesiones de radioterapia, el 12 de junio pidió a las autoridades formoseñas el permiso para retornar a su casa, dadas las restricciones de acceso que tiene la provincia por el coronavirus. No recibió la autorización y murió el 3 de julio en la capital chaqueña.
Pero la historia, lamentablemente, no terminó ahí para la familia del policía. El viernes pasado, cinco meses después de haber solicitado el acceso, la viuda de Mallorquín, Itatí Decoud, recibió, por parte del gobierno de Formosa, la autorización para que su marido regrese a la provincia. La mujer expresó en las redes sociales su sorpresa y su decepción por haber recibido ese mensaje después de la muerte de su marido.
Tenés que leerSantiago del Estero: internaron a Abigail Jiménez por una descompensaciónMallorquín era Sargento Ayudante de la policía formoseña, vivía en Clorinda y tenía 44 años. Según informó el medio local Noticias Formosa, en mayo viajó a Resistencia para hacerse una serie de sesiones de rayos como parte de su tratamiento por su cáncer de riñón.
El 11 de junio culminó con sus sesiones y al día siguiente comenzaron los trámites para poder conseguir la autorización de regreso a Formosa, donde continuarían su tratamiento en un hospital de alta complejidad. Pero, a pesar de seguir todos los pasos pertinentes -certificado de domicilio, envío de historia clínica, hisopados negativos-, la autorización nunca llegó.
En un estado de nervios y depresión, según contó su esposa, Mallorquín tuvo que internarse en el hospital Perrando de la capital chaqueña, donde murióel 3 de julio. "Murió solo, sigue sólo", contaba entonces Decoud al citado medio sobre la situación dolorosa que le tocó vivir al enterarse del fallecimiento de su marido sin poder siquiera despedirlo.
Todo ocurrió en un contexto en el que la provincia gobernada por Gildo Insfran mantenía férreamente cerradas sus fronteras para evitar el ingreso de personas desde otros lugares de la Argentina, a fin de mantener a raya el coronavirus. Una decisión controversial que dejó varadas a unas 8000 personas en las fronteras de Formosa y que provocó que la Corte Suprema de Justicia se manifestara al respecto ordenando que se posibilite el acceso.
Pero quizás lo más curioso en el caso de Mallorquin es que el viernes pasado, más de cinco meses después de haber solicitado el permiso, y cuatro meses y medio después de su muerte, Itatí Decoud, la viuda del policía, recibió, a través de WhatsApp, un mensaje en el que la provincia le autorizaba el ingreso.
En la conversación vía chat, que Decoud subió a su cuenta de Facebook, una mujer llamada Florencia le informaba a la viuda de Mallorquín que "en nombre del gobierno de Formosa" le notifica que "su fecha de ingreso es el día 25 de noviembre de 2020". A continuación, le pedía una serie de datos personales de la persona que obtuvo el permiso.
Decoud, entonces, le explicaba a Florencia cuál fue la situación que padeció su esposo, le dijo que solicitó el permiso el 12 de junio y que "él ya falleció este 3 de julio esperando este gran permiso". "Pero gracias igual, su lugar queda vacante para otro varado", agregó la viuda de Mallorquín, en una admirable muestra de compostura y empatía por sus coprovincianos que están al otro lado de la frontera.
En la publicación de Facebook donde subió esta conversación, Decoud escribió: "Hermosa sorpresa para mi hijo en su cumpleaños. ¡Por fin le dieron el ingreso a su papi! A CUATRO (sic) meses de su fallecimiento. ¡Gracias!".
El mensaje, cargado de dolor e ironía, fue respondido por numerosos comentarios de usuarios y amigos de la familia que expresaron su descontento por la situación que había atravesado la viuda de Mallorquín. Muchos hablaron de "crueldad" y de "vergüenza" y la mayoría envió fuerzas a la mujer para que la mujer y sus hijos puedan superar este doloroso momento de sus vidas.