Daniela Cuturie es una de las sobrevivientes del trágico incendio que enlutó al país el 30 de diciembre de 2004. En una entrevista exclusiva con El Litoral, cuenta cómo vivió esa fatídica noche y cómo es hoy su día a día.
Daniela Cuturie es una de las sobrevivientes del trágico incendio que enlutó al país el 30 de diciembre de 2004. En una entrevista exclusiva con El Litoral, cuenta cómo vivió esa fatídica noche y cómo es hoy su día a día.
Con 32 años, Cuturie reside en la ciudad de Santa Fe junto a su hijo y su pareja, pero al momento del incendio vivía en Buenos Aires. “Me acuerdo de esa noche. Tenía 17 años, me llevaba algunas materias y mi mamá no me dejaba ir, pero mi hermano más grande me regaló las entradas y fuimos las tres noches”, relata.
Sobre la tragedia, recuerda: “Esa noche fuimos 7 personas, era la última y estábamos cansados, así que decidimos con mi hermano quedarnos en el fondo. Salió Pato (Fontanet) y presentó el primer tema. Poco tiempo después miró hacia arriba y veo el techo todo incendiado. Callejeros seguía tocando.”
A las bengalas y a la falta de materiales ignífugos se sumó otro condimento: las puertas de emergencias se encontraban cerradas con candado. Daniela recuerda bien ese momento: “Empezamos con mi hermano a salir para la puerta de emergencia sin saber que estaba cerrada. Cuando llegamos a la salida ya se había cortado la luz y no se veía nada. Toda la gente se agolpó contra esa puerta y nos caímos. Desde ahí, recuerdo solamente que mi hermano me agarró la mano y pensé ´tengo que salir, no me puedo morir acá´”.
Daniela despertó en el hospital Ramos Mejía, pero no estaba en una habitación, sino en el piso, sin remera y rodeada de varios de los jóvenes que estaban en el recital y habían sido trasladados. “Tengo una imagen que no puedo sacarme de la cabeza. Cuando me desperté tenía enfrente mío a un chico de 8 años abrazado a otro...estaban muertos”.
- ¿Qué heridas sufriste?
- Un tiempo atrás había sido operada por escoliosis y tenía una prótesis en mi espalda, que producto de los pisotones de la gente al intentar salir por la puerta de emergencia terminó destrozada.
- ¿Cómo fue la recuperación?
- Continuó en Avellaneda, en un hospital público porque con mi familia no teníamos obra social. Me operaron tres veces de la espalda luego de Cromañón, tengo una nueva prótesis en la espalda.
- ¿Y tu hermano?
- No sufrió más que golpes, por suerte.
Con 17 años Daniela recibió atención psicológica, sumada a la revisión médica anual que duró algún tiempo más. “Al principio no supe demasiado, mi mamá me fue contando con el correr de los días”, afirma.
- ¿Seguiste los pormenores de la causa judicial?
- Es un tema del que mucho no me gusta hablar. Sostuve siempre que la culpa un poco fue de todos: desde el que tenía que habilitar el local, del que prendió la candela y de todos los que estábamos allí por no corroborar que el lugar haya estado habilitado.
Chabán ya está muerto, Callejeros cumplió su condena. Lo que sí me gustaría es que tomemos conciencia y empecemos a prestar atención a si los lugares están aptos para un show o un espectáculo. En ese momento tenía 17 años y no lo hice, pero hoy si un lugar no está habilitado no me quedo.
- ¿Seguiste escuchando a Callejeros después de la tragedia?
- Sí, hasta hoy los escucho. No sigo lo que es la banda ahora, con otros nombres, pero sí a la banda con la formación original. Siempre me gustó mucho la banda, las letras que tiene. Me sentía muy identificada.
- ¿Hablás con otros sobrevivientes?
- Sigo en contacto con algunos. Me fui de Buenos Aires hace 8 años, pero siempre que vuelvo a ver a mi familia intentó pasar aunque sea un minuto por el santuario. También voy cada vez que puedo a las marchas de cada 30 de diciembre.
Actualmente Daniela tiene 32 años y vive en la capital de la provincia acompañada de su hijo Piero de 4 años y su pareja Juan Manuel, a quien conoció luego de que éste haya leído su carta abierta en 2010, con motivo de conmemorarse el sexto aniversario de la tragedia. Juan Manuel se contactó con Daniela, conversaron vía chat y luego de un tiempo de amistad comenzaron a salir.