José Sojo decidió tomar una medida simbólica de alto impacto ante el "hartazgo" por las medidas adoptadas en cuarentena que a su entender solo paga el sector privado. Por eso, desde hoy restringió el ingreso de funcionarios nacionales, provinciales y municipales a cualquiera de sus tres cafeterías en el centro y oeste de Bariloche.
El empresario de Café Delirante dispuso desde hoy aplicar el llamado “derecho de admisión” y anunció la “restricción a la atención de políticos y funcionarios jerárquicos, en solidaridad con las pérdidas económicas generadas por el coronavirus”. La excepción es para aquellos que donan el 25% de sus salarios como lo resignan los trabajadores gastronómicos.
Tenés que leerLa Plata: una rotisería regalará milanesas gigantes a los donantes de plasmaLa medida adoptada es la consecuencia del “hartazgo” según precisó Sojo a RÍO NEGRO y señaló que el disparador fue que ayer decidió cerrar de manera definitiva hasta diciembre su local de la base del cerro Catedral, donde solo podía hacer take away, y ante las nuevas restricciones horarias que dispuso la provincia y el municipio en Bariloche.
“Entendemos las medidas pero no puede ser tan fácil que solo pague un sector”, explicó Sojo a este diario y señaló que “los políticos deben compartir parte de este costo, son los únicos que no comparten el costo del coronavirus”. Para el empresario las medidas restrictivas son “entendibles” ante el avance de casos en la ciudad que esta semana cerró con 223 activos pero considera que la clase política no comparte los sacrificios de la comunidad.
Sojo aclaró que no tiene una “postura crítica con las autoridades municipales, sí con las provinciales porque la gobernadora saca esta medida y se las da a los intendentes ya resueltas”, cuestionó. Dijo que antes de adoptar la decisión de prohibir el ingreso de políticos se lo comunicó al intendente Gustavo Gennuso y otros funcionarios locales que conoce: “Me han llamado muchos funcionarios pero no es algo personal con nadie, es una medida para decir que tienen que compartir parte del costo”.
Sojo tomó la decisión como una medida en solitario y personal para sus locales, pero a partir de esta idea hoy otros comercios decidieron sumarse a la acción. Explicó que la restricción horaria que rige desde hoy no afecta demasiado a su actividad porque solo deberá cerrar sus locales una hora antes de lo habitual, aunque admitió que es distinto el impacto en otros comercios como restaurantes o pizzerías a los que “esta medida los mata”.
Enfatizó que el sector privado de Bariloche lleva “muchos meses luchando para tratar de mantener nuestros proyectos y los empleos de quienes nos acompañan en ellos. Hemos gastado ahorros, tomado créditos y peticionado constantemente, para tratar de sobrevivir hasta que este virus pase”, indicó y cuestionó que al mismo tiempo los políticos “siguen percibiendo el 100% de sus ingresos, nos tratan como si fuéramos niños. Nos dejan discursos teóricos, retándonos por errores cometidos por toda la comunidad y amenazan a quienes necesitamos trabajar, dictando normas cada vez más complejas de comprender y cumplir”.