Viernes 15.7.2022
/Última actualización 21:34
Una red de contrabando de celulares de alta gama fue desbaratada en las últimas horas del jueves. Con un total de 65 allanamientos, la Policía de la Ciudad y personal de Aduana desbarataron a la banda que se encargaba de comercializar celulares Iphone, repuestos de estos teléfonos, tablets y accesorios en 58 locales instalados en shoppings de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y Rosario.
Los procedimientos se realizaron en los locales de firmas como The Icase, Fix Station y Swop Tech en los shoppings Abasto, Rosario, Alto Avellaneda, Unicenter, Devoto, Boulevart, Dot Bayres y Galerías Pacífico, luego de escuchas telefónicas, cruces de información, seguimientos y chequeos de domicilio.
De acuerdo a información que brindó la Policía, la red de contrabando estaba liderada por un hombre, sus dos hijos y un sobrino. Pero además contaban con un "pasante" encargado de hacer ingresar de manera ilegal los teléfonos al país. Tenían un total crearon diez empresas ficticias, todas manejadas desde una oficina central en el barrio de Belgrano. Allí fueron secuestrados 159 de Iphone sellados, que habrían sido ingresados por el pasante, al que se le contabilizaron 23 viajes entre Estados Unidos y la Argentina en seis meses.
Documentación secuestrada por la Policía de Buenos Aires. En los 65 allanamientos se secuestraron más de 200 equipos celulares, en su mayoría Iphone, y cientos de accesorios, decenas de CPU con información de las maniobras, más de 6 millones de pesos en efectivo y más de 7 mil dólares, tres vehículos de alta gama y cuatro pallets con documentación de las operaciones, desde 2016 hasta hoy.
Además del pasante en cuestión, la demás mercancía era ingresada a través de empresas de mensajería, de donde llegaban contenedores con basura tecnológica, en las que estaban ocultas pantallas, vidrios templados y distintos repuestos para los celulares.
Mercadería secuestrada por la Policía de Buenos Aires. Su manera de operar era la siguiente: una vez que el pasante lograba ingresar la mercadería a la Argentina, el producto iba a la oficina central en Belgrano. Allí descartaban la caja original y los ponían en cajas de las distintas razones sociales creadas por la banda.