En Buenos Aires se vacuna contra el coronavirus a mujeres embarazadas
Pese a no estar incluidas en el Plan Estratégico de Vacunación, la Comisión Nacional de Inmunizaciones recomendó excluir el concepto de contraindicación en este grupo y sugirió una evaluación médica para discutir riesgos y beneficios en cada caso.
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En pleno confinamiento y en medio de la llegada de un importante número de vacunas al país, con las que el Gobierno planea acelerar la vacunación y completar al primer grupo objetivo, esta mañana, el viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, llamó a poner a las mujeres embarazadas en la mira entre la población a inmunizar.
En declaraciones radiales, el funcionario resaltó que “la vacunación es una estrategia sanitaria, de política de salud, que tiene que buscar un objetivo concreto, que en este caso particularmente es reducir la mortalidad”. Y en ese sentido, convocó a la población gestante a que se inscriban para vacunarse.
“Tienen el doble de riesgo de tener parto prematuro si se enferman de COVID-19 y si tienen comorbilidades un 22% más de chances de que el cuadro se complique”, apuntó.
Y, si bien el Plan Estratégico de Vacunación dispuesto por el Ministerio de Salud de la Nación, que establece el orden de prioridades para recibir la vacuna no ubica a las mujeres embarazadas entre la población objetivo (que integran el personal de salud, los adultos mayores de 70 años, los adultos de 60 a 69 años, el personal estratégico -docentes, personal no docente, fuerzas de seguridad, etcétera- y personas de 18 a 59 años con comorbilidades), fuentes de la cartera sanitaria bonaerense aseguraron a Infobae que “en Provincia de Buenos Aires las mujeres gestantes están priorizadas”.
“El Plan Estratégico de Vacunación es nacional, es un lineamiento que la Nación dio a cada jurisdicción, que es la encargada de implementarlo -explicaron a este medio desde la cartera sanitaria nacional que dirige Carla Vizzotti-. Ahora, cómo lo hacen, o con qué priorización lo llevan adelante es incumbencia de cada provincia, en función de la disponibilidad de vacunas y la situación epidemiológica, entre otros factores”.
Y, tras ratificar que “en el plan estratégico no figuran” (las mujeres embarazadas), explicaron que “sí están en los lineamientos técnicos actualizados en marzo, cuando se quitó la contraindicación para mujeres gestantes”.
“Si bien a la fecha del presente documento no hay estudios de eficacia y seguridad relacionados a la administración de las vacunas actualmente disponibles contra SARS-CoV-2 para su uso rutinario en estas poblaciones, cada vez son más los países que sugieren su aplicación cuando el riesgo es alto, ya sea por exposición o por enfermedades subyacentes -informaba el 26 de marzo el Ministerio de Salud de la Nación-. En este sentido, la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) recomendó excluir el concepto de contraindicación en estos grupos y sugieren una evaluación médica para discutir riesgos y beneficios, aunque al momento no existe justificación para la vacunación contra COVID-19 a personas gestantes sin factores de riesgo, solo por la condición de embarazo”.
Así, a mediados de mayo, la provincia de Buenos Aires comenzó a convocar a este grupo a inmunizarse contra el coronavirus: comenzaron con las mujeres gestantes que tienen diabetes y continuará con aquellas que tienen hipertensión.
De las 925 mujeres embarazadas con diabetes registradas en el Programa Provincial de Diabetes del Ministerio de Salud bonaerense (Prodiaba) se verificó que 805 figuraban como “no inscriptas” (87%) y que el 13%, es decir, 120 personas, ya se habían anotado para vacunarse. “Creemos que estos porcentajes se deben, en parte, a que la vacunación para embarazadas se incorporó a los grupos priorizados en una segunda etapa de la campaña, a esto se suma cierto desconocimiento en parte del equipo de salud a la hora recomendar la vacunación en personas gestantes con enfermedades preexistentes”, analizó Sebastián Crespo, director de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la cartera sanitaria bonaerense.
Consultado por Infobae, el médico infectólogo Lautaro De Vedia (MN 70640) consideró que “se ha visto que las embarazadas constituyen un grupo de riesgo que conviene que estén vacunadas”.
Para el experto del Hospital Muñiz y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi), “habiéndose descartado que las vacunas puedan producir problemas en este grupo, se está pidiendo que se vacunen las mujeres gestantes, principalmente porque tienen cierto riesgo en caso de contraer la enfermedad”.
La médica infectóloga María Cecilia Niccodemi (MN 105624) sostuvo que “hay poca información científica con respecto a la vacunación en embarazadas porque la mayoría de los ensayos no incluyó a este grupo, pero en las mujeres que se vacunaron sin saber que estaban embarazadas, los estudios post vacunación no reportaron eventos adversos asociados a las vacunas”.
Y, tras aclarar que “la recomendación inicial era inmunizar a mujeres que tenían alta exposición, como personal de salud o maestras”, la especialista del staff del Centro Médico Doctor Stamboulian y Sanatorio La Trinidad San Isidro destacó que “lo cierto es que en esta segunda ola se está viendo que las mujeres embarazadas tienen enfermedad más severa, evolucionan a neumonía grave con mayor requerimiento de oxígeno, terapia intensiva y mayor riesgo de parto pretérmino con lo cual es adecuado que se las incluya en la población objetivo a vacunar”.
El 23 de abril la directora de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky, había recomendado a las embarazadas que se vacunen contra el COVID-19.
El anuncio tuvo lugar después de llevar a cabo un estudio en el que no se observó peligro ni para las mujeres ni para el feto.
Así lo señaló la responsable sanitaria en una rueda de prensa sobre la pandemia en la Casa Blanca, al detallar que durante los ensayos “no se observaron problemas de seguridad”.
“Pese a esta recomendación, sabemos que es una decisión personal profunda y animo a la gente a hablar con sus médicos y sus proveedores de atención primaria para decidir qué es lo mejor para ellas y para sus bebés”, indicó Walensky.
La directora de los CDC lanzó este consejo después de que esta semana saliera publicado un estudio llevado a cabo por científicos de este organismo en la revista científica The New England Journal of Medicine, con los resultados preliminares de una investigación en embarazadas inmunizadas con las vacunas desarrolladas con la tecnología de ARN mensajero.
Estados Unidos autorizó el uso de emergencia a dos sueros de este tipo, los desarrollados por las farmacéuticas Pfizer y Moderna. La otra vacuna que tiene este permiso es la de Johnson & Johnson, creada a partir de un adenovirus modificado.
Walensky detalló que se llevó a cabo este análisis porque en los ensayos clínicos de las vacunas contra el COVID-19 no hubo entre los voluntarios mujeres embarazadas. Este estudio, que se desarrolló entre los pasados 14 de diciembre y el 28 de febrero, tomó información de distintas bases de datos para cruzarla.