La provincia petrolera de Neuquén es desde febrero pasado el foco de un conflicto político y sindical que crece en magnitud y en consecuencias con el paso de los días, debido al fracaso en las negociaciones entre el Gobierno local y agrupaciones de profesionales de la salud del sistema público.
A comienzos de 2021, las seccionales neuquinas de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), sindicatos que nuclean a empleados públicos en todo el país, aceptaron el aumento salarial de 15% más bonos escalonados ofrecidos por la administración provincial, pero fue considerado insuficiente por las asambleas de trabajadores sanitarios, azotados por la pandemia. "Mientras estábamos en la primera línea de batalla contra el coronavirus nos congelaron el sueldo. Cuando llegaron las paritarias, el Gobierno negoció con la cúpula de la burocracia sindical un acuerdo que no refleja la inflación", dijo a Sputnik Marco Campos, delegado autoconvocado del Hospital Castro Rendón, presente en el corte de picada 13 en El Chañar, uno de los ingresos a Añelo, a 40 km de la capital provincial.
Tenés que leerUn conflicto sectorial en Neuquén podría afectar la distribución de gas en el país Los reclamos comenzaron con marchas y la instalación de carpas en la capital provincial, pero desde hace dos semanas realizan más de 20 cortes en las rutas que conectan con los puntos de extracción y producción de hidrocarburos, acompañados por otros trabajadores, ciudadanos locales y comunidades mapuche autóctonas.
Alrededor de 1.000 autoconvocados, sin personería gremial ya que rechazan la autoridad de los sindicatos estatales, demandan una recomposición salarial de 40%, para compensar la inflación de 2020, que en la provincia fue cercana a lo demandado. Pero los reclamos de este sector no son nuevos. "Esto no es un conflicto coyuntural ni oportunista, tiene que ver con 30 años de protestas de los trabajadores de la salud pública de Neuquén. A partir de la década de 1990, el Estado comenzó a desfinanciar el sistema de salud y a promover la aparición de jugadores privados, que no llegan a dar abasto en sus servicios", dijo a Sputnik María Esperanza Casullo, politóloga y docente universitaria neuquina.
Casullo destacó que la situación se volvió más grave en el contexto de la pandemia. Al ser una provincia turística y de baja densidad poblacional, tuvo un segundo pico de contagios en enero y fue recientemente declarada como espacio de riesgo epidemiológico alto al duplicarse en una semana los contagios.
Mientras tanto, en los municipios comienza a sentirse el impacto de los cortes por su efecto en el suministro de mercadería y alimentos como en el de combustibles, que no solo afecta a Neuquén sino también a la turística ciudad de Bariloche, en la vecina provincia de Río Negro. Además de un aumento en los salarios de base, los trabajadores piden mayor presupuesto para el sistema sanitario provincial, duramente golpeado luego de más de un año de pandemia, una realidad que se vive en buena parte de los hospitales públicos del país ante la llegada de la segunda ola. "El apoyo social a los médicos es muy fuerte, no es una crisis que se pueda resolver con tecnicismos o con discursos burocratizantes. El Gobierno provincial abrió mesas de diálogo, pero con muy poca voluntad de negociación. No se involucró personalmente el gobernador y no han presentado una propuesta salarial", comentó Casullo.
Tenés que leerEn Neuquén no se logra destrabar un conflicto que afecta a toda la provinciaLa gestión local ofreció un bono de 30.000 pesos —325 dólares, a tipo de cambio oficial— en tres cuotas, que fue rechazado. El conflicto se desarrolla en un contexto en el que docentes, empleados legislativos y del Poder Judicial provinciales acordaron aumentos. El Gobierno anunció el congelamiento de los sueldos de la planta superior de la administración pública hasta fin de 2021.
La oposición a la administración local apuntó contra el gobernador, Omar Gutiérrez, referente del partido provincial Movimiento Popular Neuquino, quien fue respaldado por las principales cámaras empresariales y las dirigencias sindicales. La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal organización sindical del país, publicó un comunicado para pedir que se suspendan los cortes de ruta, mientras que las autoridades del gremio de petroleros denunciaron los piquetes ante la Justicia. En algunos cortes hubo confrontaciones entre los trabajadores sanitarios autoconvocados y camioneros, impedidos de hacer su trabajo, por lo que debió intervenir la gendarmería nacional para evitar actos de violencia. "Está todo muy empantanado y creo que están apostando al desgaste de la protesta, a que los médicos, ante la insatisfacción, opten por irse al sistema privado, y también a que la sociedad se canse del desabastecimiento. Hay un error de cálculo, lo que funcionó en reclamos anteriores no va a funcionar en el contexto de la peor plaga en 100 años. Escucho el discurso del Gobierno muy desconectado de la realidad", opinó la doctora en ciencia política.
Como consecuencia de los bloqueos, 45 equipos de perforación, fractura y terminación en Vaca Muerta no pueden operar. Esto generó una pérdida de producción de unos 2 millones de metros cúbicos y alrededor de 5.000 barriles de petróleo por día, que en términos económicos equivale a 27,5 millones de dólares y que podría provocar escasez en la temporada invernal, informaron desde el sector. El Gobierno nacional se mantiene al margen del asunto hasta el momento y la gestión provincial busca evitar la liberación de las vías de transporte a través del uso de las fuerzas de seguridad, pero las negociaciones están estancadas desde el sábado 17, lo que genera la desesperación de los ciudadanos afectados.
"No ha dicho una palabra desde el sábado pasado [17 de abril], no se hacen cargo de la crisis social que están generando. Hoy llegamos a tener 28 cortes en toda la provincia, con movilizaciones enormes apoyando nuestro reclamo. Mañana tenemos una marcha de antorchas convocada y seguimos a la espera de que el Gobierno neuquino deje la soberbia de lado y se siente a negociar con los trabajadores, que queremos volver a nuestros hospitales a darlo todo como el año pasado", dijo Campos, camillero del hospital cabecera de la capital provincial.