El abogado Daniel Lacase, amigo, primer abogado y portavoz oficioso del viudo Marcelo Macarrón, a quien varios testigos señalaron como quien desvió la investigación del homicidio de Nora Dalmasso en las primeras semanas posteriores al crimen, ya declara en el juicio por jurados que se realiza por el femicidio ocurrido en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
A poco de iniciado su testimonio, admitió: “Me excedí en cuanto a hablar, pero nunca fui vocero”. Además de reconocer que las circunstancias propias del caso lo llevaron a alejarse de Macarrón, recordó cómo se enteró de la muerte de Nora durante el viaje al torneo de golf en Punta del Este y, también, rememoró la reacción del marido de la víctima cuando le comunicó lo que había pasado. El viudo, en ese pasaje de la declaración, no pudo evitar llorar.
“Estábamos con Macarrón en Punta del Este en un torneo de golf. Antes de entrar al puente de La Barra me llama quien entonces era mi pareja. Silvia [Magallanes] me llamó y me dijo que me alejara. Ahí me dijo: ‘Nora murió’”, contó el abogado. Agregó qué pasó cuando se lo dijo a su amigo: “Marcelo se desencajó, y nos abrazamos como cualquier persona que pierde a un ser amado”. Afirmó que el viudo viajó “devastado” en el regreso de casi diez horas desde Uruguay, y que lo acompañó a la fiscalía.
Tenés que leerCaso Nora Dalmasso: declaró uno de los primeros médicos que vio el cuerpo tras el crimenLacase fue señalado, entre otros, por los hijos de Macarrón y Dalmasso -Facundo y Valentina- como responsable de las múltiples versiones introducidas en la causa para desviar la investigación durante la etapa de instrucción.
La testigo María del Carmen Pelleritti también hizo referencia sobre Lacase. “Nora le tenía terror”, afirmó. Incluso, en medio de su exposición, advirtió: “Si aparezco muerta busquen a Lacase”.
Hasta la fecha ya declararon 47 testigos de los casi 300 previstos para el proceso que tiene al viudo Macarrón como único acusado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”.
El fiscal Luis Pizarro, el último representante del Ministerio Público que investigó y elevó a juicio la causa, consideró que el móvil podría haber sido motivado por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”.
En esa línea investigativa, resumió que las circunstancias que rodearon a la muerte permiten concluir que “el homicidio fue realizado por alguien del entorno personal de la víctima, más precisamente el esposo”.