El tribunal decidió que el jardinero Armando Gómez (49) puede afrontar el juicio en su contra por abusos en el Instituto Próvolo (Poder Judicial).
Armando Gómez es hipoacúsico y analfabato, pero puede comprender lo que ocurre en el juicio de la causa por los abusos en el Instituto Próvolo.
El tribunal decidió que el jardinero Armando Gómez (49) puede afrontar el juicio en su contra por abusos en el Instituto Próvolo (Poder Judicial).
El tribunal que juzga los abusos sexuales a chicos hipoacúsicos del instituto Antonio Próvolo resolvió que el empleado Armando Gómez (49) “tiene capacidad de permanecer en el juicio” y podrá ser juzgado junto a dos sacerdotes por agresiones sexuales contra menores de ese colegio católico mendocino.
La condición psíquica del jardinero Gómez frenó durante una semana el juicio a los primeros tres enjuiciados de una causa que tiene un total de 14 imputados, entre curas, monjas, empleados administrativos y personal docente de la escuela para chicos y adolescentes sordos.
La defensa de Gómez había planteado que el hombre, por ser hipoacúsico, analfabeto y haber crecido en un contexto de violencia familiar, atravesaba problemas psíquicos que le impedían comprender lo que ocurría durante el juicio. Sin embargo, dos pericias ordenadas por el tribunal y la Fiscalía decían lo contrario. Ante la divergencia planteada por la defensora oficial Alicia Arlotta, los jueces del Tribunal Penal 2 de Mendoza convocaron este miércoles a la neuróloga de la Universidad Nacional de Cuyo, María Patricia Gorra, quien realizó la última pericia y explicó cuál es el estado mental del acusado. “Gómez entiende la lengua de señas argentina (LSA), puede comunicarse, está ubicado en tiempo y espacio y puede comprender el debate oral y público”, señaló la doctora en neurociencias.
Después de un cuarto intermedio de una hora, los jueces Carlos Díaz, María Alejandra Ratto y Mauricio Juan, resolvieron que el jardinero “ostenta la capacidad procesal para estar en juicio”. Por tanto, se ordenó que continuara el juicio donde se lo juzga por seis casos de abusos sexuales a los menores albergados en el colegio de Luján de Cuyo.
A las 11.20 de este miércoles retomó el juicio, con la presencia de los tres acusados en la sala de debate. Además de Gómez, estaban los curas Nicola Corradi (83) y Horacio Corbacho (59), como imputados de otros 22 hechos de abusos sexuales y corrupción de once chicos sordos.
El debate se reinició con la difusión de los videos con declaraciones que las víctimas habían realizado durante la instrucción de la causa. En otra resolución, el tribunal penal había resuelto que las víctimas no debían volver a declarar ante los jueces para no ser revictimizadas y, en su lugar, se difundirán las declaraciones de los alumnos tomadas bajo la modalidad de Cámara Gesell. A lo largo de dos años y medio, los exalumnos fueron relatando las violaciones, maltratos y el sufrimiento que padecieron en el llamado "instituto del terror". En cada declaración las víctimas, que hoy tienen entre 17 y 25 años y que eran menores cuando sufrieron los abusos, fueron asistidas por psicólogos e intérpretes de lenguas de señas.