Lunes 6.6.2022
/Última actualización 16:51
El recorrido migratorio completo de una ballena franca con cría que partió desde Península Valdés en el noreste del Chubut y regresó al mismo punto, tras recorrer 18.087 kilómetros en 239 días logró ser registrado por primera vez, informó la Wildlife Conservation Society (WCS)
El informe se basa en el desplazamiento de "Electra", una de las 18 ballenas francas australes equipadas con transmisores satelitales durante la temporada 2021 en el marco del proyecto "Siguiendo Ballenas”, precisó la organización.
La publicación aclara que este es el segundo caso en que se registra la trayectoria completa de una ballena franca austral desde su partida del área de cría de Península Valdés en un año y regreso al año siguiente, aunque en el anterior caso se trató de "Papillón", un individuo solitario monitoreado durante la temporada 2014.
En el caso de "Electra" es una de las seis ballenas con dispositivo aún activo y que el 21 de mayo, tras un largo viaje de 18.087 kilómetros durante 239 días, arribó al Golfo San José, sobre la cara norte de Península Valdés y dado que aún no fue avistada, se desconoce si permanece con su cría, o si ya fue destetada.
"Este registro es de gran relevancia por el hecho de ser una hembra con cría, dado que en su migración ellas están sujetas a enormes demandas energéticas", indica el informe de la WCS.
Crédito: GentilezaTras definir el valor científico de conocer las áreas y las distancias recorridas en su viaje completo como "un aporte muy importante al conocimiento de la especie", el estudio describe que "tras salir del Golfo Nuevo el 6 de noviembre de 2021, Electra recorrió áreas de alimentación ubicadas en la plataforma continental argentina y en aguas más profundas del borde del Talud y cercanas al Agujero Azul".
"Luego regresó al área de Península Valdés el 21 de mayo 2022, probablemente a destetar a su cría nacida en 2021", se destaca.
Entre las áreas recorridas por "Electra" se encuentra el "Agujero Azul", una región de alta productividad primaria que sirve de área de alimentación para aves y mamíferos marinos y otras especies como la merluza y el calamar.
El único registro previo de recorrido migratorio completo fue el de “Papillón”, un macho juvenil marcado en 2014, cuyo dispositivo transmitió señales durante 8 meses ininterrumpidos desde su partida del Golfo Nuevo hasta su regreso a la misma zona al año siguiente.
Durante los seis meses que estuvo en mar abierto, "Papillón" se mantuvo cerca del borde de la plataforma continental argentina, aproximadamente a 300 millas de Península Valdés.
Crédito: ArchivoLa información que genera el proyecto "Siguiendo Ballenas" permite conocer los sitios que recorren las ballenas francas australes en sus rutas migratorias, desde sus áreas de reproducción y cría a las áreas de alimentación, y así localizar los ambientes claves para su ciclo de vida en el Atlántico Sur.
El proyecto de seguimiento satelital de ballenas francas de Chubut y Río Negro se inició en 2014 y, desde entonces, ha registrado las trayectorias de 65 individuos, aunque en solo dos casos se completó el periplo.
Además de contribuir a la conservación de la especie, el proyecto demuestra el gran valor de las nuevas tecnologías para su estudio.
“Siguiendo Ballenas” es un proyecto realizado a partir de la articulación de varias organizaciones, entre ellas el equipo del Laboratorio de Mamíferos Marinos del Conicet, la Fundación Patagonia Natural, el Instituto de Conservación de Ballenas y varias universidades del país y del exterior con el aval del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina y el apoyo de la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides.