Alejandro Cela, titular de la Cámara de Transportistas Escolares de Córdoba, indicó los daños colaterales que sufrió el sector, producto de la pandemia y de la manera en que se organizaron los colegios para dar clases.
Pese al regreso de la presencialidad en los colegios, la demanda del servicio ha mermado. Los prestadores han optado por dedicarse a otros rubros como el envío de encomiendas.
Alejandro Cela, titular de la Cámara de Transportistas Escolares de Córdoba, indicó los daños colaterales que sufrió el sector, producto de la pandemia y de la manera en que se organizaron los colegios para dar clases.
Según afirmó, aunque el 90% de los colegios funciona con presencialidad total, "la demanda no es la normal".
"Antes de la pandemia teníamos 480 transportistas y hoy son 370 y no todos trabajan de escolar, también lo hacen de flete o para las empresas de encomienda", lamentó.
La oferta del servicio se redujo un 40%, producto de las nuevas formas de enseñanza, de los padres que trabajan desde la casa y de la crisis económica en general, que también afecta a las familias.
"Hoy cobramos 7.500 pesos por niño desde un lugar alejado hacia el centro", detalló, pero recordó que el precio varía de acuerdo a las distancias.