Con 8 años, decidió donar su pelo para personas con cáncer e impulsó una cadena de solidaridad
Su nombre es Maite, es de la provincia de Córdoba, y su gesto no quedó ahí sino que su mamá y dos mujeres se sumaron a la propuesta dedicada a la recolección de cabello generando una emotiva cadena de favores.
Con 8 años, decidió donar su pelo para personas con cáncer e impulsó una cadena de solidaridad
Jueves 9.6.2022
/
Última actualización 14:09
Mariana Ludueña, mamá de Maite, es Fisioterapeuta Oncológica y en 2019, ella y su grupo de amigas transitaban la enfermedad de una de sus integrantes. Por eso, la niña tenía dudas respecto al tema. Ante las preguntas, la mujer le contó de las pelucas oncológicas y desató la decisión de Maite.
“Me preguntó si podía donar su pelo. Así que averiguamos y encontré a Vanesa Durán. Si bien Maite no tenía el largo todavía, siguió en pie su decisión y empezamos a cuidar el cabello. Se lo cortamos ni bien llegó a los 25 cm. porque estaba ansiosa”, recordó Mariana en comunicación con un medio nacional
Maite, que ahora ya tiene 11 años, contó que en ese momento sólo quería “hacer felices a los niños y adultos con cáncer”. “Me causó felicidad verme con el pelo corto. Les conté a mis amigas del colegio que doné y dos más se sumaron: Zoe y Valentina”, detalló la niña.
Ese pequeño y tan emotivo gesto generó que Mariana recurra a su amiga peluquera Claudia González para contarle una idea: cortar el pelo a los vecinos que se solidaricen y luego, llevarlos a la fundación de Vanesa Durán en la ciudad de Córdoba.
“La decisión de las compañeritas me permitió hablar con Claudia para ver qué le parecía pedir autorización de sumarnos a la campaña de Trenzando Voluntades”, contó Mariana.
El siguiente paso fue enmarcar la idea en una institución oficial. Por lo que pidieron autorización a la Municipalidad de Alta Gracia y recibieron el apoyo de la Escuela de Oficios de la ciudad, lugar donde se hacen los cortes.
Crédito: Gentileza
Maite es una de las tantas niñas que donaron y se sumaron a la propuesta que ya lleva tres años en la ciudad de Alta Gracia.
Cabe mencionar, que posterior a la donación, el pelo es llevado a la Fundación Vanesa Durán donde se selecciona el destino: algunas colitas van a Buenos Aires y otras, a Estados Unidos, donde se confeccionan las pelucas. Desde allá, devuelven el producto terminado y se prestan en comodato a quienes están en proceso de quimioterapia.
“Una peluca de cabello natural está a 150 mil pesos, y es muy difícil de acceder. De esta manera, el préstamo que ofrece la fundación es un gran labor que le facilita la situación a las mujeres y niñas que están en este proceso”, expresó Claudia González.