Un joven que fue mordido por una yarará se recupera en el hospital de la localidad correntina de Goya tras recibir cuatro dosis de suero antiofídico. La recuperación total le demandará al menos un año y no podrá tomar bebidas alcohólicas.
El hombre fue mordido por la víbora mientras recorría un campo en Goya y cometió el error de quemar la herida. La rápida intervención de los especialistas evitó mayores consecuencias. Ahora la recuperación la hará a través de un tratamiento que le demandará doce meses.
Un joven que fue mordido por una yarará se recupera en el hospital de la localidad correntina de Goya tras recibir cuatro dosis de suero antiofídico. La recuperación total le demandará al menos un año y no podrá tomar bebidas alcohólicas.
“El paciente está bien, se recupera. Pero cometió el error de quemar la herida. Eso agravó el cuadro”, confirmó el director de serpentario de Goya ante los medios locales, consulta obligada ante cualquier mordedura de serpientes e insectos.
La recuperación depende de cada organismo pueden ser tres o cuatro días. El ardor se va pero queda el dolor en el lugar donde la serpiente clavó los colmillos, explicó.
Lo primero que se siente al ser mordido, de acuerdo al experto, es un gran ardor en todo el cuerpo y fiebre. “Es como cuando te echás agua del termo del mate. Es la misma sensación. Vos inmediatamente te echás agua fría pero el ardor queda”, detalló Peña.
Otra cuestión que aclaró es que la recuperación total demanda un año. “Hay que tomar mucha agua para limpiar el cuerpo de las toxinas y por un año no se puede tomar alcohol porque puede afectar el sistema nervioso», develó.
El goyano fue mordido por una yarará chica. “Al ser una serpiente joven está aprendiendo a cazar, entonces, cuando muerde se clava en su víctima, en este caso, el tobillo del joven, y no lo suelta hasta que haya soltado todo el veneno. Una serpiente adulta sabe cómo cazar y dosifica el veneno en cada mordedura» , detalló. Peña.