Desde la Cámara Provincial de Empresarios de Eventos de Corrientes esperan la habilitación para ofrecer entre sus servicios los “bailes burbuja”. Afirman que la falta de permisos oficiales para organizar fiestas en ambientes controlados fomenta las fiestas clandestinas. Señalan, además, que hay irregularidades en los controles municipales.
La presidenta de la entidad, Silvia Cubillas, manifestó que desde el sector aguardan la habilitación de “bailes burbuja”. La propuesta fue presentada a las autoridades provinciales y municipales el 5 de marzo, y todavía no obtuvieron respuesta.
“Presentamos un anexo al protocolo vigente, que es el de bares y restaurantes, el gastronómico. Pedimos que se pueda bailar en las reuniones sociales”. La idea de las “burbujas de baile” viene a raíz de la demanda de los propios clientes, contó Cubillas.
“Serían burbujas de 10 personas y se prepararía el salón para que el baile sea al lado de la mesa y garantizar una distancia de dos metros entre grupo y grup o”, precisó.
“Los mismos clientes nos ruegan y hasta nos exigen sumar el servicio. Cada vez más gente insiste. Sobre todo las quinceañeras, que tuvieron que suspender sus fiestas. Ahora cumplirán 16 y si no lo hacen ahora van a desistir de la contratación de los servicios”, lamentó Cubillas. La solicitud fue elevada a la Secretaría General de Gobierno, al Ministerio de Salud Pública y al Municipio de Corrientes, desde donde les dijeron que la decisión final recae en el Comité de Crisis.
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Desde la Cámara de Empresarios de Eventos sostienen, desde hace varios meses, que la falta de flexibilización en las habilitaciones genera fiestas clandestinas.
“Nuestros propios clientes nos lo cuentan. Comparan el servicio y los costos que ofrecemos con servicios informales en casas quintas lejos de la ciudad”, alertó la referente.
Explicó que entre los integrantes de la Cámara esto genera indignación, ya que las habilitaciones cuidadas en ambientes controlados impediría las celebraciones en espacios sin supervisión.
“Nosotros podemos ofrecer cenas hasta las 3 de la mañana, sin baile, y hay lugares que ilegalmente ofrecen con pista de baile y hasta las 6”, reclamó. Recordó que hasta el momento no se han producido sospechas de casos ni confirmación de positivos que hayan acudido a eventos en salones.
Hasta el momento, funcionan con el protocolo gastronómico que permite el ingreso de personas hasta llenar la mitad de la capacidad de cada salón. Sin embargo, Cubillas señala irregularidades en los controles.
“Por momentos vienen a realizar controles inspectores municipales que nos señalan que la distancia de dos metros debe ser entre las sillas y no entre las mesas, lo cual no tiene mucho sentido. Deberían ponerse de acuerdo”, criticó.
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Cubillas añadió que desde que aprobaron el evento de 400 personas en el complejo de avenida Alfonsín, desde el Municipio de Corrientes, “los empresarios de eventos están incendiados”.
Por este motivo, Cubillas envió un comunicado a las autoridades provinciales y municipales, expresando: “Me veo en la necesidad y obligación de transmitir la gran inquietud y revuelo que causan estas cosas entre todos los empresarios del sector de eventos sociales. Sobre todo los dueños de salones que se esforzaron por habilitar en pandemia, con la esperanza de trabajar”.
Advirtió que “es un gran sacrificio, después de un largo y duro año sin facturación, poner en regla todos los requisitos municipales y fiscales con tal de atender a nuestros clientes y dar trabajo a todos los que prestan servicios para eventos”, por lo que exigió, como representante de la Cámara, igualdad de oportunidades en el mercado.
Señaló que el evento habilitado por la Municipalidad de Corrientes, con “burbujas”, “es muy similar a lo que venimos planteando y proponiendo hacerlo en los salones y espacios para eventos sociales”. En su carta expresó también que “debido a la imposibilidad de permitir el baile en nuestros espacios, por temor a las multas y clausuras, perdemos clientes que, ante la mirada al costado de las autoridades provinciales y municipales, llevan sus eventos a lugares sin ningún tipo de autorización municipal y que además no corren con el pago de tasas ni impuestos correspondientes. Y eso sin mencionar la aplicación de protocolos de cuidado sanitario”.