La información, que publica la institución académica del sur cordobés, detalla que, mediante una técnica conocida en el mundo científico como monocapas de Langmuir-Blodgett, que hasta ahora no se había utilizado, se logró introducir en las células un fármaco dentro de una capa muy fina de tamaño molecular y sobre ella se cultivaron células humanas.
La utilización del nuevo método permitió, en primer lugar, crear una capa muy fina de tamaño molecular, que simula la mitad de la membrana de una célula, que es "miles de millones de veces más delgada que un pelo humano, por lo que sólo puede ser observada y manipulada a través de un microscopio de fuerza atómica de alta resolución", como el que posee la UNRC.
Posteriormente se introdujo un fármaco cicatrizante dentro de la monocapa y arriba de ésta colocaron un cultivo de células pulmonares. El estudio les permitió observar con claridad cuál era la efectividad del cicatrizante.
Tenés que leerLa venta de medicamentos tuvo un incremento interanual del 46,3%Ahora el desafío de los científicos universitarios apunta "evaluar medicamentos anticancerígenos, para determinar qué efectos provocan tanto en las células sanas cuanto en células enfermas", destaca el informe académico.
Al respecto agrega que "la idea es colaborar con la ciencia médica en la búsqueda de drogas anticancerígenas que ayuden a combatir las células enfermas sin dañar las sanas.
En esta primera etapa ya se generaron monocapas que contienen un fármaco con propiedades antineoplásicas y, sobre esas monocapas, cultivar dos tipos de células de hígado, en un caso sanas y en el otro tumorales.
Asimismo sostiene que si todavía no hay resultados concluyentes sobre este último trabajo, el equipo multidisciplinario que lleva adelante la investigación busca determinar, con el método que desarrollaron, cómo proliferan las células normales y las cancerígenas de hígado bajo los efectos del fármaco anticancerígeno.
Tenés que leerComprueban que dos medicamentos reducen la mortalidad entre los pacientes más graves de CovidLuis Otero, uno de los integrantes del equipo multidisciplinario de científicos que trabaja en la investigación, sostuvo que se trata de un avance científico a nivel mundial, al destacar que "permite estudiar la administración de medicamentos desde films o superficies".
"Es decir, se genera un film inerte que actúa como soporte, en el que se deposita el fármaco y sobre ese film se realiza un cultivo de células humanas para analizar qué efecto provoca el fármaco en las mismas", explicó.
"De cara al futuro, esperamos que este modelo pueda ser empleado para realizar los primeros estudios o analizar los primeros estadios de medicamentos, para optimizar su eficacia, como así también para prevenir las consecuencias de compuestos tóxicos en la salud humana", añadió Otero.