Martes 26.11.2019
/Última actualización 11:17
Aun dos semanas antes del desenlace, el destino de Nora Dalmasso (51) estaba sellado. Iba a morir asesinada en la madrugada de 26 de noviembre de 2006 en su casa del barrio privado Villa Golf. Pero dos horas antes de morir, tomaba algo con sus amigas en un bar, sin saber lo que la esperaba. Su final se resolvió en una reunión en la que participaron al menos tres hombres, en una casa. El plan parecía sin fisuras y hasta tenía una coartada inmejorable.
Eso es lo que cree el fiscal Luis Roberto Pizarro, para quien el autor intelectual del asesinato fue Marcelo Macarrón, el viudo.
Su objetivo era cometer un crimen perfecto, y estuvo cerca -le dijo el fiscal a un colaborador.
El médico traumatólogo, de 60 años, fue acusado de ser responsable de homicidio calificado por el vínculo, alevosía y por precio o promesa remuneratoria, que prevé una pena de cadena perpetua. El juicio sería en 2020 ante un jurado popular.
Aunque Pizarro es el fiscal que pareciera haber legado más lejos, aunque no tenga en claro quién mató a Nora porque no pudo ubicar en la escena del crimen al (o los) asesino (s), la investigación en estos 13 años estuvo viciada. Por empezar, en la escena del crimen desfilaron 27 personas, entre ellas el cura de la familia, que tapó a la víctima desnuda por pudor. Después, el desfile de fiscales acusó desde un obrero supuestamente obsesionado con Nora (Gastón Zárate, “el perejil”) hasta a su hijo Facundo. No se siguieron todas las líneas investigativas. Hace apenas dos años retomaron la pista económica pero dejaron de lado la del “amante”. Hoy, Macarrón es el único imputado y en su fuero íntimo siente que no hay pruebas en su contra.
Macarrón, Valentina, Dalmasso y Facundo. Sus amigos en 2006 aseguraban que ellos eran una familia perfecta. Todos señalaban que Nora era una madre dedicada, que el hijo estudiaba en Córdoba y que la chica estaba haciendo un intercambio cultural en los Estados Unidos
Macarrón, Valentina, Dalmasso y Facundo. Sus amigos en 2006 aseguraban que ellos eran una familia perfecta. Todos señalaban que Nora era una madre dedicada, que el hijo estudiaba en Córdoba y que la chica estaba haciendo un intercambio cultural en los Estados Unidos
¿Por qué Pizarro puso la mira en Macarrón después de que en el caso desfilaran 10 sospechosos?
A continuación las 10 claves de la acusación:
El plan: Contrataron a un sicario mientras Macarrón jugaba al golf en otro país. “Esto lo ideó alguien con al mente muy fría, no fue una decisión de un día para el otro”, razona una fuente judicial.
Los asesinos: Los pesquisas no tienen en claro cuántos sicarios habrían actuado. Pero se menciona el ingreso de dos ciudadanos colombianos. La pista no fue profundizada. No tienen al autor material.
Mecánica de la muerte: Según la autopsia, Nora fue golpeada, desvanecida y luego estrangulada con el lazo de su bata y con las manos. Una maniobra mixta. Aunque resulte extraño que un sicario haya actuado sin arma, para los investigadores el autor intelectual buscó confundir. “Esperó que pensarámos que fue una violación, algo más relacionado a una relación extramatrimonial. Fue como si quisieran embarrar la escena del crimen”, sostuvo una fuente del caso.
La coartada ideal: Mientras Nora era asesinada en Río Cuarto, su marido estaba en Punta del Este, a más de mil kilómetros, adonde había viajado para competir en un torneo de golf. El anterior fiscal, Daniel Miralles, llegó a imputar a Macarrón como autor material. Es decir, según el funcionario judicial: el hoy viudo de Nora alquiló un “avión fantasma” para viajar a Río Cuarto, la estranguló y volvió a Uruguay. Pizarro, en cambio, cree que Macarrón decidió competir en ese certamen para que sea su “coartada perfecta”. A los investigadores les mostró los mensajes que le enviaba a Nora durante el viaje. Ella le decía: “Suerte, amor”.
Los peritos: Para el fiscal resulta por lo menos llamativo que Macarrón hubiera contratado a los peritos Osvaldo Raffo, autor de más de 30 mil autopsias, y a Raúl Torre, comisario retirado y licenciado en criminología, para iniciar una investigación paralela. “Es como si esa pesquisa fuera direccionada para desvincularlo, de hecho apuntó a personas externas a la casa, más que nada a los obreros o algún amante de la víctima”, dijo una fuente judicial. Para los forenses que elaboraron el informe para Macarrón, Nora se trabó en lucha con el agresor. “En el estrangulamiento, el asesino ejerció una fuerza de 15 kilos durante tres a 5 minutos. Tenía lesiones en el cráneo y en el codo derecho. Se trata de una víctima luchando por su vida, derribada al suelo y transportada a la cama, o sorprendida en ella. No siempre se halla un escenario criminal con muebles derribados, vidrios rotos y regueros de sangre”.
División Homicidios: Al principio del caso, cuando el fiscal era Javier Di Santo, un grupo de policías de la División Homicidios de Córdoba fueron sancionados por aceptar que el abogado de Macarrón, Daniel Lacase, les pagara alojamiento y viáticos en el Hotel Opera de Río Cuarto. “Nunca quedó claro qué buscó el viudo con esa actitud”, dicen los pesquisas.
El móvil: Es lo más confuso. ¿Qué motivos habría tenido Macarrón para mandar a matar a Nora? El fiscal sospecha de negocios turbios, un móvil económico o algo que ella sabía y había amenazado con decir. Y que por eso fue acallada. Pero en el expediente no está claro. Se investigaron los movimientos de dinero del acusado, si era testaferro de un poderoso empresario o político, y hasta su abogado, Daniel Lacase, está en la mira. Lo que aparece en el pedido de elevación a juicio de Pizarro es que Nora, durante el cumpleaños de Macarrón, seis días antes del crimen, le habría pedido del divorcio. Y habría dicho, delante de los invitados, que se iban a separar. Pizarro, en su escrito, habla de “desavenencias matrimoniales”. En ese sentido, el fiscal esboza una especie de conflicto: “Se investiga si el eje de la discusión fue la liquidación de la sociedad conyugal, cuya mitad le correspondería a Nora y Macarrón se oponía”.
La madre de Nora: Las declaraciones de María Delia Grassi al diario EL Puntal de Río Cuarto, que después amplió en el expediente, refuerzan lo que piensan los investigadores. “A Marcelo (Macarrón) lo he querido como yerno, no puedo decir que sea él y tampoco creo. Pero una persona sola no ha sido, ha venido bien planificado. La mató o la mandó a matar una mafia, como un clan. Alguna cosa sabría ella. Mi yerno estaba con toda esa gente en asados y comilonas”.
La amante: Alicia C., la presunta amante de Macarrón que declaró ante Pizarro, había dicho que se había mudado de Río Cuarto por un motivo. “No quiero que me pase lo de Nora”. Para el fiscal, ella sabe más de lo que dijo. Y le llamó la atención que el día del crimen justo hubiera viajado. “Es como que Macarrón preparó el terreno en todo sentido, sacando a su amante de Río Cuarto”, razonó una fuente judicial. Para Marcelo Brito, el abogado del viudo, es un razonamiento sin sustento.
Los amantes: En el comienzo de la causa, tanto de la Policía como de la Fiscalía, dejaron entrever que Nora pudo haber muerto en un juego sexual y se refireron a sus supuestos amantes. Incluso Macarrón, en la única conferencia de prensa que da a los medios, dice: “La perdono”. El fiscal cree que desde un comienzo buscó direccionarse la investigación hacia un amante.
Macarrón insiste en su inocencia y quiere ir a juicio. “En un comienzo ensuciaron el honor de mi esposa, luego fueron por mi hijo, más adelante sospecharon de todos los hombres Macarrón y ahora me toca a mí. Nosotros somos los damnificados, no los culpables o mafiosos”, le dijo a su abogado Marcelo Brito.
Los otros sospechosos de la causa, por la que pasaron 5 fiscales, fueron Facundo, el hijo de Dalmasso y Macarrón, el obrero Gastón Zárate, el ex funcionario Rafael Magnasco, un empresario, y hasta un supuesto sicario colombiano.