La medida es parte de los nuevos peritajes que realiza la Gendarmería Nacional ante las dudas sobre la investigación de la Policía y peritos provinciales. Mientras tanto, una multitud asistió esta noche a la misa realizada frente a la capilla “Nuestra Señora del Carmen” en La Florida donde fue hallado ahorcado el cura y otro grupo se movilizó pidiendo justicia en la capital provincial.
Los restos del padre Viroche fueron exhumados esta tarde de viernes en el cementerio de la vecina localidad Cevil Pozo y por la noche comenzó a realizarse la nueva necropsia el médico forense de la Gendarmería, convocado al efecto.
Además, efectivos de la gendarmería recorrieron con un georradar las localidades tucumanas de La Florida y Delfín Gallo en busca de evidencias que puedan ayudar a esclarecer la muerte de Viroche, aunque el fiscal no hizo declaraciones para informar sobre los resultados de la tarea.
El jefe del Escuadrón 55 de la Gendarmería, con asiento en Tucumán, comandante Claudio Domenichini, informó a Télam que el personal llevó a la provincia un georradar para inspeccionar el lugar del hecho y colaborar en una inspección ocular. “El georradar básicamente permite detectar elementos que puedan estar enterrados y, como se habían encontrado un par de celulares en una fisura del terreno, con buen criterio el fiscal pidió utilizarlo para hacer una búsqueda y determinar si hay algo más escondido que pueda servir para la causa”, explicó Domenichini.
En tal sentido, fuentes de la investigación informaron a Télam que a partir de los últimos peritajes realizados al teléfono celular de Viroche se confirmó que el sacerdote fue amenazado antes de morir, por lo que se estima que el fiscal va buscar nuevas pistas que podrían modificar la hipótesis inicial del suicidio.
El gendarme precisó que el fiscal pidió el apoyo de los peritos para volver a ver el lugar del hecho y levantar huellas y rastros de utilidad para la pesquisa que no hayan sido levantadas en el peritaje inicial. Otra de las novedades de la investigación fue la confirmación de una denuncia policial realizada por Viroche cuando se produjo un robo en la iglesia, algo que hasta ahora no había sido informado por las autoridades.
Por la noche, una multitud asistió a la misa que se oficio por el sacerdote muerto en la iglesia de La Florida, en tanto que cientos de personas marcharon en forma simultánea en el centro de la ciudad de San Miguel de Tucumán, reclamando justicia.
Los participantes de la marcha portaban velas encendidas y llevaban carteles con leyendas que reclamaban justicia para el sacerdote. La tercera marcha en Plaza Independencia, de la capital tucumana, fue convocada por las redes sociales bajo la consigna “los mafiosos pudieron más y el rebaño perdió el pastor; pero nunca imaginaron que su accionar multiplicaría las ovejas que ahora unidas por el amor y no por el espanto caminan para terminar con la mentira”.
Por el momento la causa está caratulada como muerte dudosa y la principal hipótesis que maneja el fiscal López Ávila apunta a que Viroche se suicidó. No obstante, la familia del sacerdote y una gran parte de la comunidad local que apoyaba la lucha de Viroche contra el narcotráfico afirman que se trató de un crimen y reclaman justicia por lo sucedido.
El jueves tres legisladores tucumanos solicitaron al Gobierno provincial la intervención de la comuna de La Florida, donde el sacerdote Viroche desarrollaba su actividad religiosa, mediante la cual enfrentó la venta de drogas en la zona. El pedido de los legisladores incluye “el inmediato desplazamiento de la cúpula policial de la comisaría de La Florida” por considerar que no cumplieron con sus obligaciones que no es otra que “garantizar la seguridad de los habitantes” de la comuna.