Los guardavidas deberán colocarle el barbijo a la víctima en el rescate
Lo harán si las condiciones lo permiten. En caso de no poder realizarlo buscarán no exponerse a la respiración del rescatado. El uso del cubrebocas y anteojos será obligatorio cuando estén en la playa.
Los guardavidas deberán colocarle el barbijo a la víctima en el rescate
Sábado 19.9.2020
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Última actualización 22:16
A poco más de un mes para el inicio de sus actividades profesionales en las playas, la Federación Argentina de Guardavidas ya elaboró y le presentó a las autoridades el protocolo de seguridad e higiene que contempla las medidas de prevención personales y las que se tomarán al hacer un rescate en el mar.
A pesar de que falta la aprobación oficial del documento se desprende la necesidad de “uso correcto de barbijo N95”, el respeto “absoluto de la correspondiente distancia social” y la prohibición del ingreso de personas ajenas “a los puestos” de los guardavidas. Asimismo en el protocolo se establece que, en principio, toda víctima será considerada “infecto-contagiosa”, por lo tanto el guardavidas deberá llevar encima “los equipos de protección individual necesarios para realizar cualquier atención sanitaria que requiera realizarse a menos de 2 metros de distancia”.
En caso de necesidad de acercamiento, el protocolo considera obligatorio el uso de mascarilla N95 y material de protección ocular. “El guardavidas debe colocar previamente un tapabocas o barbijo quirúrgico a la víctima, siempre que el contexto lo permita”, añadió al describir las maniobras a desarrollar en caso de rescate. Así, ya iniciado el procedimiento de salvataje, y “si se debe romper la distancia de seguridad de 2 metros de forma obligatoria, en primera instancia solo la romperá uno de los guardavidas” y ante el contacto directo con cualquier víctima deberá “hacer uso de guantes de protección independientemente de que existan fluidos corporales por medio o no”.
En caso de que la víctima que debió ser rescatada deba ser atendida con el desfibrilador, se realizará “la desinfección correspondiente al igual que cualquier otro material sanitario, teniendo especial cuidado en no deteriorarlo ya que se trata de un dispositivo electrónico”. Y mientras se atiende a la víctima, los guardavidas deberán exigir “una distancia de seguridad de 4 metros de todos los que se encuentren en el entorno”. En tanto, al final de cada jornada laboral, deberán “limpiar y desinfectar todo el material de trabajo” además de “lavarse las manos periódicamente”.
Asimismo, el protocolo indicó que durante el horario laboral el guardavidas deberá llevar puesta la mascarilla y en caso de tener que realizar “una actuación que requiera un nivel de actividad física medio/alto se desprenderá de ella cerciorándose de que no quede depositada en ningún lugar inapropiado”.
Rescate
En las situaciones en las que por necesidad de entrada al agua deba desprenderse de la mascarilla, el guardavidas deberá tener en cuenta que “si la víctima está consciente se acercará a ella manteniendo la distancia de seguridad pertinente y, de ser posible, lateralmente a la dirección del viento”. Para esos casos recomendó la disposición de material auxiliar. Es decir, un elemento flotante o rosca salvavidas. “Esto permitirá que él o la guardavidas pueda mantenerse alejado de la víctima mientras le facilita el material auxiliar”, explicaron desde la federación.
Además, en una situación extrema, en la que no se disponga de material, se intentará “establecer comunicación con la víctima desde una posición que evite que ninguno de los intervinientes (guardavidas y víctima) esté expuesto a las exhalaciones del otro, utilizando un método de remolque adecuado para ello”. Si la víctima está inconsciente, el guardavidas se asegurará de que “su respiración y exhalación no queden expuestas a la zona de ventilación de la víctima y viceversa”.
Finalmente, el protocolo recordó que la “labor principal del guardavidas es la prevención, evitando a través de esto efectuar el rescate”.
Por su parte, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre transmisión de la Covid19 en playas, piletas y entornos de baño de agua dulce -del pasado 8 de mayo- sugirió que la propagación en entornos acuáticos es “poco probable, sobre todo en aquellos con agentes desinfectantes como el hipoclorito sódico, cloruro sódico (sal) u otros”.