Himno Nacional Argentino: la letra y la música de la versión original
En 1812, Alejandro Vicente López y Planes escribió las estrofas y en 1813 se compuso por parte de Blas Parera.
Gentileza D.R
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Este 11 de mayo se cumplen 209 de la aprobación del Himno Nacional Argentino, nombrado primeramente en 1813 como “Marcha Patriótica”, el cuál sería entonado por primera vez el 14 de mayo del mismo año en la famosa casa de Mariquita Sánchez de Thompson.
La letra del mismo comenzó a escribirse en el año 1812 por parte Alejandro Vicente López y Planes, quién luego de observar la obra teatral "El 25 de Mayo" de Luis Morante, referida a la Revolución de Mayo de 1810, se sintió inspirado.
Gentileza Blas Parera (izquierda) y Vicente López y Planes (derecha).
Blas Parera (izquierda) y Vicente López y Planes (derecha). Foto: Gentileza
La música, compuesta un año más tarde por Blas Parera, fue presentada públicamente por primera vez el 25 de mayo de 1813 en la Plaza de la Victoria de Buenos Aires con las voces de alumnos de la escuela de Rufino Sánchez. Esta versión original poseía más de 20 minutos de extensión.
Su segundo nombre fue Canción Patriótica Nacional, luego fue denominada sólo como Canción Patriótica. Recién en una de las copias de 1847 aparece titulada como Himno Nacional Argentino.
Versión original
Esta posee un coro y nueve estrofas, cada una formada por dos cuartetas decasílabas. En 1900, por decreto oficial, se determinó que solo se interpretan la primera y última cuarteta, además del coro. Modificación que hasta el día de hoy sigue vigente.
Este no fue el único cambio. En 1847 y 1860, Juan Pedro Esnaola realizó arreglos en el apartado musical. Anteriormente, en 1893 el nieto del autor, Lucio Vicente López, había determinado que sólo se cantara la primera estrofa.
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El propio López y Planes se encontraba disconforme con la creación. En una carta a su hijo escribió: “Hay otra estrofa que me disgusta sobremanera, y es la de ‘en los fieros tiranos la envidia, escupió su pestífera hiel’, y lo peor es que en ésta no fue original, sino que traté de salir del paso adoptando de las composiciones del mismo género que había leído, unas frases que me daban el concepto que yo trataba de expresar, pero sin la detención reflexiva que después he tenido, para ver que ellas no me daban una pintura seria y noble y coordinada de la altura que había tomado desde el principio, y con que iba a acabar la obra, sino una que sacrificaba la pasión de la época aquellas dotes”.
Parece estar impresa en su naturaleza el hecho de que sea versionada y modificada constantemente. Con mayor o menor aceptación de los argentinos, son infinitas las diferentes interpretaciones que se han dado a lo largo de la historia en actos oficiales o eventos masivos.
Letra original
Oíd mortales el grito sagrado Libertad, libertad, libertad; Oíd el ruido de rotas cadenas Ved el trono a la noble igualdad Se levanta en la faz de la tierra Una nueva, gloriosa nación Coronada su cien de laureles Y a sus plantas rendido un león.
Sean eternos los laureles Que supimos conseguir Coronados de gloria vivamos O juremos con gloria morir.
De los nuevos campeones los rostros Marte mismo parece animar La grandeza se anima en sus pechos; A su marcha todo hacen temblar. Se conmueven del Inca las tumbas Y en sus huecos revive el ardor Lo que va renovando a sus hijos De la Patria el antiguo esplendor.
Pero muros y sierras se sienten Retumbar con horrible fragor Todo el país se conturba por gritos De venganza, de guerra y furor. En los fieros tiranos la envidia Escupió su pestífera hiel Su estandarte sangriento levantan Provocando a la lid más cruel.
¿No los veis sobre México y Quito Arrojarse con saña tenaz? ¿Y cual lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y La Paz? ¿No los veis sobre el triste Caracas Luto y llantos, y muerte esparcir? ¿No los veis devorando cual fieras Todo pueblo que logran rendir?
A vosotros se atreve argentinos El orgullo del vil invasor Vuestros campos ya pisa cantando Tantas glorias hollar vencedor Mas los bravos, que unidos juraron Su feliz libertad sostener A estos tigres sedientos de sangre Fuertes pechos sabrán oponer.
El valiente argentino a las armas Corre ardiendo con brío y valor El clarín de la guerra, cual trueno En los campos del sud resonó Buenos Aires se opone a la frente De los pueblos de la ínclita unión Y con brazos robustos desgarran Al ibérico altivo león.
San José, San Lorenzo, Suipacha, Ambas Piedras, Salta y Tucumán La colonia y las mismas murallas Del tirano en la banda oriental Son letreros eternos que dicen: Aquí el brazo argentino triunfó Aquí el fiero opresor de la Patria Su cerviz orgullosa dobló.
La victoria al guerrero argentino Con sus alas brillantes cubrió Y azorado a su vista el tirano Con infamia a la fuga se dio Sus banderas, sus armas se rinden Por trofeos a la libertad Y sobre alas de gloria alza el pueblo Trono digno a su gran majestad.
Desde un polo hasta el otro resuena De la fama el sonoro clarín Y de América el nombre enseñado Les repite, mortales oíd: Ya su trono dignísimo abrieron Las provincias unidas del Sud Y los libres del mundo responden: Al gran pueblo argentino salud.