Lunes 31.1.2022
/Última actualización 19:06
Los incendios rurales no dan tregua en Corrientes y se registran focos en distintas localidades, agravados por la sequía extrema, la falta de lluvias y el viento norte que incrementa la propagación del fuego, confirmaron fuentes de Defensa Civil de la provincia.
La situación provocó “cuantiosas pérdidas en el sector productivo, especialmente el forestal y también se registran muertes de animales de corral y animales silvestres por la falta de agua”, dijo el jefe de Operaciones de Defensa Civil, Orlando Bertoni.
“En las últimas horas se registraron focos de incendio en Curuzú Cuatiá, Mercedes y San Luis del Palmar, éste último lo logramos extinguir esta mañana y fue nuestra prioridad, porque estaba cerca del poblado y de una escuela”, remarcó el funcionario.
En tanto, agregó que ahora los bomberos están trabajando en la zona rural de Riachuelo, localidad distante a escasos 15 kilómetros de la Capital provincial.
“Hay focos pequeños por todos lados, nuestra prioridad es que el fuego no se lleve vidas ni viviendas”, dijo Bertoni, y agregó que los bomberos de la provincia y los voluntarios de cada localidad, que se van trasladando “solidariamente de acuerdo a las necesidades de cada lugar”.
En este sentido, remarcó que “están trabajando sin vacaciones y sin descanso y estamos al 50 por ciento, porque muchos están con Covid” y agregó que también hay dos aviones hidratantes que se utilizan para combatir el fuego.
Respecto de las pérdidas, si bien no detalló cantidad de hectáreas afectadas, Bertoni señaló, que los incendios afectaron producciones forestales de las localidades de La Cruz, Yapeyú, Libres, Ituzaingó, Santa Rosa y Caá Catí.
“Tuvimos un breve descanso de 36 horas debido a las escasas lluvias de la semana pasada, pero aún así, continuamos teniendo pequeños focos en diversos puntos de la provincia”, expresó.
Finalmente, el jefe de Operaciones de Defensa Civil de Corrientes, dijo que la sequía, el calor, el viento norte y la falta de precipitaciones, agrava la situación y por eso siguen registrándose focos, muchos de ellos de origen intencional.