Según un relevamiento privado, las pérdidas económicas por los incendios y la sequía en Corrientes ascendieron a $ 82.159 millones, y afectaron a las producciones de arroz, citricultura, forestación, yerba mate y ganadería. Además, fueron más de 1.000.000 de hectáreas las afectadas por la condición climática adversa.
En el caso del arroz, las hectáreas que se sembraron durante la campaña 2021/22 alcanzaron las 96.000 hectáreas, representando un 45 % aproximadamente de la superficie nacional. El informe determinó que hay un 40% de pérdida de producción, son unas 300 mil toneladas menos. A un valor de exportación de 300 dólares la tonelada, contemplando un dólar de USD 106, las pérdidas por tonelada son de $ 31.800 y las pérdidas totales ascendieron a 9.540 millones de pesos.
En relación a los factores que influyeron en este nivel de pérdida, surgen la falta de riego adecuado producto de la sequía, falla en la red eléctrica nacional que afectó el sistema de riego, y solarización excesiva. Como consecuencia de todo esto, se registró una menor producción, y además un producto de inferior calidad. Por otro lado, el 65% del arroz sembrado en Corrientes se hace con agua de represa, y las mismas se encuentran con baja o nula reserva, con lo cual y si las lluvias continúan siendo escasas, peligra la próxima campaña.
Otra de las actividades productivas de Corrientes es la citricultura. La misma cuenta con 30.000 hectáreas, que están distribuidas en dos cuencas: una en la zona de Bella Vista, Concepción, y Mburucuya, y la otra en la zona de Monte Caseros y Mocoreta. En la primera de las zonas mencionadas, se perdieron 72 millones de kilogramos de frutas, que representaron unos 1.800 millones de pesos de pérdida.
Además, con un costo de implantación por hectárea de $ 300.000 aproximadamente, teniendo en cuenta que todavía no están contabilizadas las hectáreas de plantas muertas por los efectos de sequía, se advierte que se perderá la cosecha de fruta del otoño/invierno, que para el caso de la Zona Norte serian unas 50.000 toneladas, que derivaría en una pérdida de 200 millones de pesos.
En relación a la segunda zona citrícola, el informe detalló que la misma sufrió un menor impacto climático por haber tenido un mejor registro pluviométrico, “lo cual permitió una menor disminución de la productividad”. No obstante lo cual, las pérdidas estimadas en la Zafra 2021 que está por terminar, se prevé un 20% menos de producción, es decir unos 84 millones de kilos de fruta, con una pérdida en lo económico de 1.176 millones de pesos por menor producción y precio del producto.
El perjuicio que generó la condición climática adversa, también repercutirá en las zafras 2022 y 2023, donde para la primera se estima un 50% menos de producción, es decir unos 210 millones de kg de fruta y un efecto negativo en lo económico de 2.940 millones de pesos, mientras que la para segunda se proyecta una caída del 30% menos en la producción, y pérdida económica por 1.764 millones de pesos.
El informe también detalló la situación de la actividad forestal, con una importante incidencia en la economía de Corrientes. De acuerdo a las estimaciones oficiales, se quemaron unas 28.935hectáreas. A un promedio del valor de la madera por hectárea de $ 472.550, la pérdida económica ascendió a 13.672 millones de pesos, y se requerirán unos 4.340 millones de pesos para recomponer las hectáreas afectadas por el fuego. En lo que respecta al subsector forestal, que está relacionado con la actividad del resinado, se afectaron 4.414.000 plantas y la pérdida fue de 9.269 millones de pesos.
La yerba mate fue otra de las producciones afectadas por la ausencia de lluvias y los incendios, donde Corrientes posee unas 60.000 hectáreas cultivadas, que significan el 30% del total nacional. Las proyecciones privadas son de un 50% de pérdida de producción, aproximadamente unos 76 millones de kilos de hoja verde y el perjuicio económico llegó a 4.100 millones de pesos de pérdida. Si se tiene en cuenta que hay 4.000 hectáreas por plantas muertas, se van a requerir unos 1.600 millones de pesos para recomponer lo perdido. Además, habrá un costo de implantación adicional / complementario de 1.280 millones de pesos, que se deberá invertir en los próximos cuatro años posteriores a la implantación inicial).
La última actividad analizada fue la ganadería, donde Corrientes pose 4.600.000 cabezas aproximadamente, significando el cuarto stock nacional después de Buenos Aires, Santa Fe, y Córdoba.
En relación a las pérdidas por disminución de producción, el relevamiento de las entidades de productores reflejó un perjuicio económico de 12.678 millones de pesos en kilogramos totales de carne perdidos. A su vez, hay que sumar unos 10.485 millones de pesos por el total de cabezas perdidas.
Y además, se registró un alto impacto de los incendios en la infraestructura de los campos ganaderos, fundamentalmente en los alambrados. Al respecto, las hectáreas quemadas fueron 1.045.000, donde por hectárea se perdieron unos 10 metros de alambrado, y en total fueron 10.450.000 metros. A partir de un valor aproximado de arreglo de alambrado por metro de 700 pesos, las pérdidas en infraestructura llegaron a 7.315 millones de pesos.