El popular perro de la policía de Jujuy conocido como Falopa se “jubilará” el próximo lunes tras cuatro años de servicio en el área de búsqueda de personas.
La ceremonia se realizará el próximo 18 de abril y asistirán varios “colegas” del animal en la fuerza
El popular perro de la policía de Jujuy conocido como Falopa se “jubilará” el próximo lunes tras cuatro años de servicio en el área de búsqueda de personas.
La ceremonia de retiro del can se llevará a cabo el 18 de abril. Durante el acto, en el que también se conmemoran los 22 años de la División, Falopa recibirá un reconocimiento especial por sus años de arduo laboral.
Iván Gutiérrez, encargado de la división de canes de la policía, habló con Todo Jujuy sobre la estima que tienen por el animal. “Es muy querido en la unidad, es nuestra estrella”, resaltó y afirmó con sus mejores deseos: “Este año si Dios quiere se retira después del acto, porque tiene el tiempo cumplido”.
A la ceremonia asistirán pares de Falopa, con apodos como Thor; Malevo; Cairo; Zico; Indio; Cross; Barto; Drako, Canon; Odi; Tato; Pujillay; Roma; Daico; Mate; Tusk; Ranger e Irka.
La historia de Falopa
El sargento Marco Aramayo contó a medios de Jujuy cómo logro dar con el perro. Dijo haberlo visto por primera vez mientras se encontraba paseando por el dique de las Ciénagas con su hijo de cinco años y un compañero que tenía por oficio instruir perros. “Falopa” se encontraba nadando en el agua y con un palo en la boca.
Minuto a minuto, se acercaba más y más a Aramayo, hasta que lo tuvo prácticamente a sus pies. Con cariño, el animal soltó la rama que tenía entre los dientes y el hijo del sargento se la tiró al agua para que este la fuese a buscar. Sin dudarlo, el can blanco con manchas negras salió disparado en su búsqueda.
“Mi amigo Walter vio condiciones en ese can. Ahí es donde me dijo que lo adopte si no aparecía el dueño. Es por ello que fui hasta el auto y saqué una correa, se la puse, y caminamos por el dique para ver si alguien lo reclamaba”, recordó el uniformado sobre su encuentro”.
Al dar cuenta de que nadie lo iba a reclamar, Aramayo hizo caso a si amigo y decidió quedárselo. “Falopa” tenía algunas lastimadura en la cabeza y sus patas, aparentemente generados por peleas callejeras. Una vez se le curó y dio comida, fue llevado al destacamento policial y entrenado para la búsqueda de personas.
Sobre el origen del nombre, resumió: “En un principio lo íbamos a entrenar para localizar sustancias ilícitas, por eso teníamos que buscarle un apodo que estuviera vinculado. Al principio, pensamos en “Narco” o “Merca”, hasta que mi hijo dijo que le gustaba “Falopa” y así quedo”.