Miércoles 20.11.2019
/Última actualización 17:40
Lázaro Báez finalmente declara este miércoles en el juicio por la denominada ruta del dinero K. El empresario llegó bien temprano desde la cárcel de Ezeiza y esperó durante más de una hora mientras declaraba otro de los imputados, Eduardo Castro. Al comienzo de su exposición, que estaba redactada previamente, dijo que fue víctima de una “persecución mediática y política” y habló de una campaña de los servicios de inteligencia en su contra: “Nunca fui testaferro de Néstor Kirchner ni de su familia. Soy una víctima de la campaña atroz por parte de los poderes reales”.
Según Báez, esa supuesta campaña “incluyó la detención de políticos y empresarios” y tuvo que ver con su cercanía con el ex presidente Néstor Kirchner y “por encarnar la pelea contra la cartelización de la obra pública”.
El empresario aseguró que fue detenido “injustamente” y su familia “fue objeto de una persecución”. “Destruyeron a mi familia y las actividades de mis empresas, fui acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual gobierno, para que involucre al peronismo y a la ex presidente”, agregó.
En el tramo central de su declaración, Báez denunció una supuesta operación coordinada por la AFI para que se arrepienta, desde el comienzo de la causa judicial. “En un control oftalmológico (dentro de Ezeiza), se me acerca una mujer, la doctora Balbin, acompañada por dos personas de traje. Dijo que venía en nombre de Macri y Majdalani”, arrancó el relato. Y continuó: “Me dijo que si yo colaboraba, mis hijos no tendrían problemas. Tenía que decir que era el testaferro de la familia Kirchner".
En ese momento, el empresario pidió que que reprodujeran varios audios donde se escuchaba al fiscal Guillermo Marijuán, protagonista de la investigación en la etapa de instrucción. Esos audios ya habían trascendido públicamente a fines de 2016. Ante una consulta del presidente del tribunal Néstor Costabel, la abogada del empresario dijo que los audios forman parte de un expediente judicial.
Báez continuó dando detalles de la supuesta maniobra en su contra y le mandó un guiño a la ex presidenta Cristina Kirchner: “Jamás diría algo falaz para perjudicar a la ex presidenta”.
Como era previsible, el empresario negó haber participado de una maniobra de lavado de dinero, tal como se lo acusa en esta causa. “Nunca puse en circulación fondos ilícitos, los fondos de Austral nunca fueron ilícitos”, dijo. Báez casi nunca levantó la mirada y tuvo muchas dificultades para leer de corrido.
El empresario -que se negó a contestar preguntas- cargó contra el arrepentido Leonardo Fariña: “Estamos ante la presencia de un mentiroso”.
En el final, se refirió a los jueces del TOF 4: “Les pido que estén a la altura de las circunstancias”. En ese momento, juntó sus anotaciones y volvió a su lugar.
Báez estuvo presente en las primeras audiencias del juicio y luego se ausentó hasta ahora. Hace dos meses, sus abogados avisaron que quería declarar pero luego comenzaron a postergar su indagatoria argumentando que no habían terminado todos los testigos, lo que se concentró en la última audiencia con la declaración de un empleado del banco suizo Safra.
Hasta ahora, Báez nunca había hablado en el juicio. Su última aparición pública fue hace dos semanas, cuando dio una entrevista radial. Por el momento mantiene la misma estrategia defensiva a la que se aferró durante todo el último año. Utilizó conceptos como “persecución judicial” o “causa armada” y otros similares a los que se oyeron en aquella escucha.
La audiencia de este miércoles arrancó con Eduardo Castro, un ex director de SGI, contó que mantuvo reuniones con los representantes de los bancos suizos y describió tres reuniones con el titular de Helvetic Services Group, Néstor Marcelo Ramos, quien se mantiene prófugo. En su interrogatorio se negó a dar precisiones sobre algunas maniobras y se mostró sorprendido por la aparición de su nombre en varias cuentas bancarias en el exterior. Ante una pregunta concreta, contó que dejó de integrar la financiera cuando estalló el escándalo y que nunca vio a Báez.
Según el cronograma previsto por el TOF 4, en la próxima audiencia deberían comenzar los alegatos pero como ya adelantó Infobae todavía faltan varias indagatorias y hay dudas si las querellas podrán alegar antes del cambio de gobierno.