"Cabo principal Franco Javier Espinoza, todos te estamos esperando", dice una de las banderas argentinas que cuelgan de la extensa alambrada del comando marítimo.
El submarino ARA "San Juan" tenía previsto llegar entre el 19 y el 20 de noviembre a la Base Naval de Mar del Plata, aún aguarda a los 44 tripulantes de la nave desaparecida.
"Cabo principal Franco Javier Espinoza, todos te estamos esperando", dice una de las banderas argentinas que cuelgan de la extensa alambrada del comando marítimo.
Los pedidos de regreso y de reconocimiento a la labor de los 44 tripulantes apenas dejan ver el interior de la base naval. Allí duerme cada noche un grupo de familiares de los marinos que iban a bordo del submarino desaparecido hace seis meses cuando viajaba por el océano Atlántico desde el puerto patagónico de Ushuaia hacia Mar del Plata, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Lo hacen desde el primer día a la espera de las novedades que la Armada pueda darles acerca de la búsqueda de la nave. En un principio permanecían allí la mayor parte del tiempo, pero desde hace algunos meses sólo vuelven a reunirse por la noche.
En ese lugar se animan cuando la desesperanza se apodera de ellos o trazan estrategias acerca de cómo llegar a la verdad de lo ocurrido.
"Seguimos transitando un doloroso camino pero seguiremos firmes por nuestros 44 héroes", afirmó a la prensa Paola, esposa del suboficial Celso Vallejos, nacido en la provincia de Chaco, lejos del mar.
La palabra "héroes" es una de las que más se repite entre los mensajes que cuelgan de la alambrada.
"Para mí no son héroes. Eran militares que cumplían su trabajo", asegura a dpa José Luis, que vive pocas cuadras de la base naval.
"Dieron la vida por el país. Ojalá podamos decírselo si regresan", comenta a dpa Marisa, docente de Geografía en una escuela de nivel secundario de la ciudad.
Los deseos y la esperanza de buena parte de los marplatenses por que el submarino emerja del mar como debió hacerlo hace casi seis meses chocan con la realidad de que, oficialmente, no hay explicaciones acerca de qué ocurrió con la nave.
"Hay días en que pienso que se produce el milagro y vuelven todos. Y otras veces me conformo sólo con saber qué pasó", comenta resignado Agustín, camarero en una taberna situada a poco menos de un kilómetro de la base naval.
"Gabriel, esperamos pronto tu regreso", se observa en otra bandera situada junto a otra que hicieron estudiantes de una escuela de la zona, que escribieron la palabra "viven" sobre el dibujo de un submarino.
El hermano de uno de los tripulantes, Hernán Rodríguez (jefe de máquinas del submarino ARA San Juan) realizó un emotivo video en memoria del marino.
Este 15 de mayo, al atardecer, desde las 19, el obispo de la diócesis de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, encabezará la celebración religiosa que tendrá en las primeras filas a los familiares de los tripulantes.
Con información de dpa.