De origen griego, Odisseas, nacido en 1930, fue uno de los cinco hijos de Juan Georgalos. Sus otros hermanos fueron Simoleón, Sófocles, Constantino y Miguel. Juan, su padre, nació en 1882 en Estambul, antigua Constantinopla, aunque se especula que también pudo haber nacido en Gyos. Era un hábil comerciante con visión de negocio que se dedicaba a la elaboración de panificados y la compra venta de cereales.
Tenés que leerIrá a juicio oral por robar un "mantecol"Su hijo Miguel, al igual que sucedió con muchos griegos, en 1921 fue expulsado de Estambul por una disposición del gobierno turco, y se fue a vivir con unos parientes que estaban establecidos en Polonia. Estos parientes se dedicaban a la elaboración del halvá, que vendían localmente, y fue allí donde Miguel Georgalos aprendió los secretos de ese dulce. Años después, el hombre intuyó la amenaza que se cernía sobre Polonia y, antes de la Segunda Guerra Mundial, emigró a la Argentina con la receta y el know-how del halvá bajo el brazo. Armó en 1939 su primera fábrica en Floresta e introdujo variaciones a la preparación original a fin de adaptarlo al paladar local, y como nombre le puso Mantecol, porque lo dio de probar a una señora que le dijo “que parecía manteca”.
El producto fue un éxito, aunque no fue sólo por las virtudes culinarias y calóricas del dulce. La familia Georgalos fue pionera en la publicidad del producto, ya que se apalancaron en el talento de los dibujos animados de Manuel García Ferré, además de una innovadora campaña que realizó en los colegios.
Luego de años de éxito comercial, la marca se vendió en 2001 al grupo Cadbury Schweppes, que también introdujo cambios en la fórmula. Sin embargo, las barritas de Mantecol se siguen viendo en la mayoría de los kioscos argentinos, aunque pocos conocen el origen del producto. Actualmente la empresa Georgalos, si bien se desprendió de su marca insignia, sigue siendo la tercera productora nacional de golosinas.
Tenés que leerError en MasterChef: María O'Donnell dijo que los alfajores santafesinos son de RosarioOdisseas deja cuatro hijos. Era conocido por ser un gourmet, un auténtico paladar negro que disfrutaba del universo de la gastronomía. También contribuyó en buena medida con la iglesia ortodoxa griega, de la que fue un miembro activo. Fue una persona muy querida, y los que lo trataron afirman que será recordado por su carácter alegre y perenne buen humor.