El gobierno nacional vuelve a prorrogar el impuesto a los combustibles creado en la ley 23.966, cuyos efectos se trasladan directamente a los precios.
El Poder Ejecutivo suspendió el cobro del tributo creado por la ley 23.966 y lo postergó hasta abril de 2023.
El gobierno nacional vuelve a prorrogar el impuesto a los combustibles creado en la ley 23.966, cuyos efectos se trasladan directamente a los precios.
Desde el primer trimestre de 2021, el gobierno nacional tomó la decisión de suspender la aplicación de ese tributo, observando que de esta forma se podría aminorar el aumento sistemático de los combustibles en un marco de inflación generalizada.
El cobro de este tributo quedaría relegado hasta el 1° de abril de 2023, según la disposición oficializada este viernes 30 de diciembre en el Boletín Oficial. La prórroga fue establecida mediante el decreto 864/2022 y lleva la firma del presidente Alberto Fernández, el jefe de gabinete Juan Manzur y el ministro de economía, Sergio Massa.
El documento explica que todos los aumentos en los combustibles se trasladan casi en forma directa al resto de los precios de la economía. Esto tiene un trasfondo sencillo de entender: el precio del combustible es uno de los costos principales para el transporte que mueve los productos de consumo. Si este aumenta, los precios finales del resto de la economía también lo hacen.
“Con el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios, resulta razonable, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, postergar hasta el 1° de abril del año 2023 los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos establecidos”, en la ley mencionada.