Sábado 10.10.2020
/Última actualización 15:09
El joven cordobés de 23 años que estaba infectado con coronavirus, violó la cuarentena y falseó documentación para eludir controles e ingresar a la ciudad bonaerense de Mar del Plata para ver a la novia, fue procesado por la Justicia junto al amigo que le facilitó los papeles, informaron hoy fuentes judiciales.
Ambos fueron acusados de violar las medidas sanitarias y falsificación de instrumento público, en calidad de autor y partícipe necesario, respectivamente.
De esta manera, el juez federal Santiago Inchausti resolvió procesar a los dos, uno como autor y otro como partícipe necesario, de los delitos de violación de medidas sanitarias para impedir la introducción o propagación de una epidemia y falsedad ideológica de un instrumento público.
Además, el juez dispuso un embargo de un millón de pesos para cada uno, ante una eventual responsabilidad civil y mantuvo el secuestro con fines de decomiso del Fiat utilizado para llegar a Mar del Plata, “por ser instrumento del delito, pues sin él no se habría podido cometer”.
Por otra parte, Inchausti resolvió anotar el vehículo a disposición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a fin de ser destinado según corresponda.
El caso causó revuelo en Mar del Plata y hasta motivó el lanzamiento de un protocolo para no residentes para endurecer los controles en los retenes.
Imagen ilustrativaLa ciudad balnearia, en ese momento, registraba una baja cantidad de casos de Covid-19 y el joven había burlado todos los controles sanitarios a lo largo de mil kilómetros para encontrarse con su novia en Mar del Plata, en un departamento que había alquilado por medio de la plataforma Airbnb.
Además, el joven oriundo de Córdoba dio positivo de coronavirus en el hisopado que debió realizarse por protocolo al ingresar a la ciudad y tuvo que hacer la cuarentena en el hotel “Facon del Mar”, ubicado en la Avenida Colón y Entre Ríos.
Tras conocerse el caso, se inició una investigación a cargo de la Fiscalía Federal N°1 a cargo de Laura Mazzaferri, quien pudo determinar que el joven había usado el vehículo, el DNI, la cédula verde y la licencia de conducir de un amigo, para ingresar con el pretexto de asistir a una persona mayor de edad que residía en la ciudad.
Tras culminar las medidas de prueba y las declaraciones indagatorias, el juez federal Santiago Inchausti resolvió procesar a ambos por los delitos de “violación de medidas sanitarias para impedir la introducción o propagación de una epidemia y falsedad ideológica de un instrumento público”.
Para el juez, “la conducta desplegada ha tenido éxito debido a la colaboración prestada por (el segundo imputado), la que resultó para el caso concreto una prestación infungible sin la cual no se habría podido cometer el delito”.