Los 38 votos afirmativos que en el Senado determinaron la histórica sanción de la legalización del aborto en Argentina fueron aportados en su mayoría por legisladores del Frente de Todos, con 26 respaldos, en tanto otros 10 llegaron de las filas de Juntos por el Cambio, mientras que los restantes 2 correspondieron a partidos provinciales.
La posición en contra de la legalización del aborto fue más férrea en las provincias del norte argentino y fue menguando en las regiones centro y sur del país, donde la proporción de senadores y senadoras a favor de la iniciativa del Gobierno prevaleció por sobre la de los detractores.
Por la negativa se pronunciaron 29 senadores, y a esos votos se sumó una abstención, lo que mostró un resultado mucho más contundente del esperado.
En las provincias del noroeste y noreste argentinos, tradicionalmente más conservadoras que el resto del país, el voto por el "no" cosechó más rechazos que el "si", al punto de que en los diez distritos que integran esa región hubo 21 votos en contra y solo ocho a favor.