El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, designó este miércoles a dos sacerdotes para que se encarguen de realizar exorcismos, con "el poder de expulsar demonios de las personas poseídas".
En un comunicado se señala que todo lo que tenga que ver con el servicio del exorcismo es de "absoluta reserva y discreción".
El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, designó este miércoles a dos sacerdotes para que se encarguen de realizar exorcismos, con "el poder de expulsar demonios de las personas poseídas".
Las medida fue plasmada mediante un escrito emitido este miércoles por la Arquidiócesis norteña.
"Con el mandato de Cristo, la Iglesia, mediante el ministerio del exorcista, tiene el poder de expulsar los demonios de una persona poseída realizando el rito del exorcismo. Para esta Arquidiócesis se designó a los párrocos Loylola Pinto y de Sancristóval y Héctor Fernando Campero como tales", enuncia el documento.
En el escrito firmado por el arzobispo, se señala que "el demonio, sigue empeñado en alejar a las almas de Dios enviándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. A esto se lo suele denominar, acción ordinaria del demonio".
"Además, el demonio puede actuar de forma extraordinaria a través de la infección de lugares, la vejación a personas y la más extrema, que es la posesión. Se le llama extraordinaria, no sólo por sus manifestaciones externas, sino por su poca frecuencia", se indica además.
También se señala que todo lo que tenga que ver con el servicio del exorcismo es de "absoluta reserva y discreción".
Unos 800 religiosos en todo el mundo practican el exorcismo, 290 de de ellos en Italia y 39 en España, según indicaba en mayo pasado el teólogo mexicano Luis Ramírez, coordinador del "XVI Curso sobre exorcismo y plegarias de liberación", que se llevó a cabo entonces en la ciudad de Roma, organizado por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
Un centenar de personas, lo que incluía a religiosos y psiquiatras, estudiaron sobre posesiones demoníacas, la vida del exorcista, el peligro de las redes sociales y el ocultismo satánico, todo con el objetivo de dejar de lado la mitificación que ha causado el cine y la literatura de este asunto.