Al menos 36 presos peligrosos provocaron destrozos en el Centro Cultural de Monte Quemado, Copo, improvisado búnker de aislamiento para detenidos con Covid-19 procedentes de la Seccional Nº 22.
Al menos 36 presos peligrosos provocaron destrozos en el Centro Cultural de Monte Quemado, Copo, improvisado búnker de aislamiento para detenidos con Covid-19 procedentes de la Seccional Nº 22.
El grupo fue alojado en el Centro Cultural ante el brote de positivos, exceptuados apenas 8 detenidos. En forma simultánea, Jefatura habría enviado a una veintena de efectivos del Cuerpo Guardia de Infantería.
Los policías fueron alojados en el otro centro de aislamiento, “Dulce María”.
En los últimos 14 días se habrían registrado aislados intento de fuga, abortados por los policías: de apostarse en la entrada, en las últimas 48 horas rodearon todo el perímetro.
La investigación
Según la investigación del fiscal Gabriel Gómez, antenoche fracasaron en otra audaz maniobra de fuga y estalló lo peor.
“Que venga el fiscal; queremos que nos saquen la basura y remedios”, gritaban, según se observa en un video.
Una fuente deslizó que dos presos hicieron ingresar vino al centro y otros elementos.
Cerca de las 23 hs del miércoles , los presos apoyaron en las puertas camas y colchones. Otros, prendieron fuego, en medio de gritos desafiantes hacia la policía.
Con luz verde de la superioridad, los policías ingresaron a restablecer el orden.
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Secuelas
Treinta minutos después, 2 policías terminaron internados con heridas en rostro y cabeza. Por el bando contrario, 3 presos fueron enviados al Hospital Regional con signos de asfixia por el humo.
Una vez que los sediciosos fueron reducidos, fue posible un relevamiento del cuasi motín.
Camas, sillas y baños totalmente destrozados, trascendió. Hasta las 4 de la madrugada del jueves, un grupo de internos mantuvo una reunión con el fiscal.
Pese a ignorarse los alcances, se intuye que hubo compromisos mutuos, pero supeditados al cese de toda hostilidad por parte de los presos.
La población aislada estaba compuesta por condenados, otros con prisión preventiva por múltiples delitos: homicidios, abusos sexual, abigeato,robo y violencia de género. Los jefes habrían dispuesto que ni bien cese el Covid-19, los líderes serán enviados a otro destino.
El edificio que destrozaron los detenidos de la Seccional 22
El Centro Cultural contaba con 35 camas, aire acondicionado centralizado, duchas y agua caliente.
Según se informó, los presos el miércoles por la noche“apilaron” las camas contra las puertas y arriba pusieron los colchones.
Recurrieron al fuego y en minutos la combustión fue intensa. Debieron trabajar numerosos policías para contrarrestar el daño general.
Los voceros policiales adelantaron que las consecuencias son graves, pero que se trabajó mucho (de madrugada) para que los presos puedan continuar alojados.
Ahora, los jefes comenzaron con los testeos y análisis, en procura que aquellos que vayan superando al Covid-19, al instante sean enviados de regreso a la 22, o bien a otro lugar de detención.