La vida en el sur del mismísimo sur: cómo es trabajar en la lejana y gélida Antártida
A un paisaje que "siempre sorprende", donde las temperaturas mínimas llegan muy por debajo de los registros conocidos o imaginados, y las noches pueden durar días y meses, arriban todos los años hombres y mujeres para trabajar e investigar. Parte de esa experiencia fue contada al público en el marco de los 150 años del Servicio Meteorológico Nacional.
La Argentina administra trece bases en la Antártida, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). Archivo El Litoral / Víctor Carreira-Télam
En el hemisferio sur, el invierno comienza el 21 de junio. Y mientras la ciudad de Santa Fe amanecía en esa jornada con 7°C, en un lugar del país la mínima fue de -23°C y la sensación térmica, de -42°C. ¿Dónde? En la Base Marambio que está ubicada en el sur del sur, en la Antártida.
El mismo día del solsticio de invierno -que fue exactamente a las 6.13 de la mañana- se celebró, como ocurre todos los años, el Día de la Confraternidad Antártica, un acontecimiento que conocen quienes estuvieron o permanecen en el continente blanco pero que ignoramos la mayoría de quienes transitamos tierras más cálidas.
Por eso, porque se conoce poco de un lugar que tiene fuerte relevancia en la soberanía, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que se encamina a celebrar sus 150 años en octubre, organizó un conversatorio abierto al público a través de su canal de YouTube al que denominó "La vida y meteorología en la Antártida". Allí, un grupo de especialistas respondió todo tipo de consultas de quienes se conectaron desde distintos puntos del país. En esta nota reproducimos apenas algunas.
Carlos Benítez, meteorólogo y primer pronosticador en la Antártida (en 1967); Noemí Troche, meteoróloga aeronáutica (con 9 campañas antárticas como pronosticadora) que estuvo conectada desde la base Marambio; Sabrina Juárez, observadora meteorológica y geomagnética (primera mujer civil en la base Orcadas), y Verónica Soto, observadora meteorológica, dialogaron con esa audiencia imaginaria que aporta la virtualidad, con la coordinación de Alpio Costa, investigador del Instituto Antártico Argentino.
El resultado fue un entretenido ida y vuelta de información científica y anécdotas que también describen la vida de quienes invernan o han invernado (literalmente, pasaron el invierno) en el extremo sur del mundo.
Protagonistas de la fauna austral, los pingüinos dan la "bienvenida" a expedicionarios del desierto blanco.
-¿Es cierto que en la Antártida hay seis meses de día y seis de noche?
-Se tienen 6 meses de noche pero en el Polo Sur. No todas las bases tienen noche polar porque depende de la latitud. Marambio está a 64° de latitud sur y el 21 de junio el sol salió a las 10.34 y la puesta fue a las 15.05: es decir que hubo 4 horas y media de sol, sumándole 1,10 horas en cada crepúsculo. En la base Belgrano II, que está en una latitud de 77° sur, tienen 4 meses de noche polar: desde fines de abril o principios de mayo hasta mediados de agosto tienen solo noche. Gradualmente se van ampliando las horas de luz solar y llegan a un total de solo día desde fines de noviembre a marzo. En ese período, son 24 horas de luz solar (N. de la R. Descripción que dio pie a otra pregunta ¿Cómo se hace para dormir si nunca hay oscuridad?).
La Base San Martín tiene 40 días de noche polar (hasta mediados de julio), pero no es noche completa sino que tienen unas pocas horas de crepúsculo (aunque el sol no salga del horizonte), es decir, de cierta claridad.
-¿Por qué se celebra el día de la Confraternidad Antártica el 21 de junio?
-Es uno de los días más esperados por las personas que están en la Antártida y para quienes van por primera vez. Es un día muy significativo en lo simbólico porque hasta el 21 de junio se es un novato, un neófito, y ese día se recibe el título de antártico o expedicionario del desierto blanco. Tiene una carga de logros muy importante más allá de los lazos que se tejen con el resto del grupo.
-¿Desde cuándo hay personal femenino en las bases antárticas? ¿Podría haber una jefa mujer?
-A partir del año 2000 comenzó a llegar el primer personal femenino a la base Marambio y hoy, en todas las bases antárticas argentinas, hay mujeres. "Se está abriendo el camino para que con el tiempo una mujer llegue a jefa".
Según estudios de la Dirección Nacional del Antártico, antes las científicas hacían campañas de verano pero no había personal femenino de dotación (durante todo un año) en una base, situación que se modificó. Así, en 2005 llegó a Marambio la primera mujer que integraba una dotación anual.
Noemí Troche, Carlos Benítez, Verónica Soto, Alpio Costa y Sabrina Juárez, desde distintos puntos del país, convocados por el SMN.
-¿Es verdad que hay túneles secretos?
-En la base Belgrano hay una cueva donde está la capilla y hay túneles que no son secretos sino que están destinados a guardar el aprovisionamiento anual. "En lugar de heladeras, hay productos que se conservan bajo nieve o en esos lugares subterráneos".
-¿Se calcula el tiempo que se puede transcurrir a la intemperie según la temperatura y el viento?
-El pronóstico permite autorizar a quienes tienen que trabajar a la intemperie. Se lleva una tabla de sensación térmica a la que se ingresa con los valores de temperatura y del viento en kilómetros por hora. Si esa sensación térmica es de, por ejemplo, -20°C la exposición puede ser de unas dos horas. Si es menor (el 21 de junio fue de -42°C) no se puede salir.
Mientras se está en el alojamiento, que tiene espacios calefaccionados, la vestimenta es normal. Cuando se sale al exterior es necesario colocarse toda la indumentaria de extremo frío (buzo, botas, gorra, antiparras, cuello, guantes). Si la sensación térmica es extremadamente baja, las posibilidades de salir se reducen a cero o a pocos minutos.
-¿Qué se come en la Antártida?
-Se come verdura enlatada o congelada, mucha carne; la fruta fresca no está disponible pero si la deshidratada. Hay leche en polvo; la leche fluida y el yogur no son habituales. Por otro lado, en la base Marambio se desarrolla, con el acompañamiento del Inta, un proyecto para cultivar verduras con el método de hidroponia, con el que ya se obtuvo lechuga, rúcula y perejil en un proceso especial que incluye luz artificial y un ambiente calefaccionado para lograr una temperatura óptima.
-¿Qué se hace con los desechos?
-Se realiza una clasificación estricta de los residuos y luego se los prepara para traerlos al continente. El objetivo es que las actividades que se desarrollan en la Antártida no sean contaminantes y que los desechos no permanezcan allí.
¿Siempre hay nieve en la Antártida? ¿Es cierto que hay que hacerse una apendisectomía antes de integrar una dotación? ¿En todas las bases es posible observar una aurora austral? Y un clásico: ¿Cómo se puede hacer para ir a trabajar al continente blanco? Esas fueron algunas de las preguntas que sonaron en la hora y media de conversatorio al que se puede acceder en el canal de YouTube del SMN.
Mientras tanto, hay una respuesta que sintetiza el ánimo de quienes fueron una vez y de quien ya es habitué.
-¿Cómo es vivir en la Antártida?
-Hermoso, alucinante, sorprendente, maravilloso.
Presencia argentina
La Argentina administra trece bases en la Antártida, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De ellas, dos son administradas directamente por la Cancillería: Carlini (permanente, ex base Jubany) y Brown (temporaria). Las demás bases son administradas por el Comando Conjunto Antártico (Ministerio de Defensa). Ellas son Base Orcadas, Base Marambio, Base Esperanza, Base San Martín y Base Belgrano II (permanentes); y las bases temporarias Melchior, Decepción, Cámara, Primavera, Petrel y Matienzo.