La previa del Mundial de Fútbol de Qatar revoluciona la vida cotidiana en lugares tan inhóspitos y lejanos como la Base Esperanza de la Antártida Argentina, donde los 67 integrantes de la dotación palpitan la gran fiesta de ese deporte con bailes alusivos, la preparación de una gran pantalla comunitaria y una carta especial dirigida a Lionel Messi, el capitán del seleccionado nacional masculino, y a sus compañeros de equipo.
“El día de la tradición preparamos la coreografía del carnavalito “La llama del Mundial” que interpreta el grupo “La cantada” de Jujuy. Fue un momento muy especial que disfrutamos con todos los chicos y que anticipa lo que viene”, le contó a Télam Soledad Otaola, la docente y directora del colegio más austral del país que funciona en la Base Esperanza.
En la escuela Nº38 “Presidente Raúl Alfonsín”, que depende del gobierno de Tierra del Fuego y a la que asisten 15 alumnos de entre 3 y 17 años, se focalizan la mayoría de las actividades preparatorias de la fiebre mundialista.
“Cuando presentamos nuestro proyecto para enseñar este año en Antártida formulamos una propuesta específica relacionada con el Mundial que hoy estamos cumpliendo en el ámbito educativo”, explicó Otaola que se encuentra en la base antártica con su esposo también docente y tres de sus hijos.
“En geografía estudiamos a los países participantes del torneo, en matemáticas resolvimos problemas con los intervalos entre cada campeonato a lo largo de la historia y hasta aprendimos rasgos culturales analizando las mascotas de los mundiales”, relató la docente antártica.
También mencionó a los estudiantes de nivel secundario de la Base, que estudian a través del Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino (Seadea) y que por estas horas preparan vinchas, banderas y vestimenta celeste y blanca para lucir durante los partidos de Argentina.
“Con el sastre de la Base estamos tratando de alargar lo más posible nuestro telón blanco, para usarlo de pantalla gigante y poder juntarnos a ver los partidos en el Salón de Usos Múltiples (SUM) de la escuela”, detalló Otaola.
Mirá también"El pibe de oro": los exclusivos botines que Lionel Messi usará en QatarDe todas formas, el Mundial se vivirá completo en este reducto del Continente Blanco donde además de docentes y estudiantes habitan militares, científicos y miembros de la Dirección Nacional del Antártico (DNA).
“El domingo, por ejemplo, nos vamos a juntar a ver la fiesta inaugural y el primer partido. Con comida a la canasta y la idea de compartir ese momento entre todos. También vamos a repartir fixtures del Mundial que estamos imprimiendo y doblando con los chicos”, describió la directora de la escuela antártica.
Un capítulo especial de los preparativos mundialistas en la Base Esperanza lo constituye la carta que los estudiantes del secundario le escribieron a Lionel Messi y al resto de los jugadores del seleccionado, con el apoyo del segundo jefe de la repartición.
Mirá tambiénLa ilusión de Correa, la euforia de la familia de Almada y la masiva despedida en Ezeiza“La escribieron entre ocho chicos. El segundo jefe vino un día con todos los sellos postales. La enviaron en helicóptero al Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) para que de ahí la envíen a la AFA y ojalá llegue a Qatar”, recordó Otaola.
La carta “fue una idea de mi hermano y mía. La hicimos entre todos para alentar a Messi y también a los demás jugadores. Ojalá les llegue”, contó Benjamín Rivas, de 13 años, uno de los artífices de la misiva.
Pero la atmósfera mundialista no solo contagia a un grupo sino a la totalidad del plantel de alumnos de la única escuela antártica, como a Axel Fernández, de 11 años, que se trajo de Corrientes “una camiseta argentina para alentar a la selección en todos los partidos”.
Lo mismo le sucede a Danilo Barrios, de 8 años, que tiene “la esperanza de que vamos a salir campeones”, a Octavio Morales, de 10 años, quien se confiesa “emocionado” con la proximidad del Mundial, y hasta al más pequeño de todos, Fausto Barrios, de 3 años, que a media lengua asegura que “Argentina será campeón”.
Lejos de los más de 30 grados centígrados con que se jugarán los partidos en el país asiático, en la Antártida Argentina apenas se registran temperaturas sobre cero, algo que de todas maneras se celebra en esta época del año.
El clima durante los últimos días ha sido “particularmente agradable, con temperaturas positivas. Se fue casi toda la nieve y ya podemos ver piedras y manchones marrones en lugar del clásico paisaje nevado del invierno”, señaló la docente.
Con ese escenario, es “muy posible que si no sopla viento se salga a festejar al exterior algún triunfo argentino, como pasó hace poco cuando Boca salió campeón”, indicó.
Entre las bases antárticas, aún de distintos países, impera un ambiente de camaradería que incluye colaboraciones en casos de emergencia o de otra índole.
Pero el folklore del fútbol lo invade todo hasta las latitudes más recónditas, y por eso cuentan que hubo cargadas entre militares argentinos y chilenos cuando meses atrás se encontraron durante un patrullaje conjunto, y los nacionales hicieron referencia a la ausencia de los trasandinos en Qatar.
Aunque ahora las energías ya están puestas en la actuación de Argentina y en el desempeño de Messi y sus compañeros.
“Estamos con toda la esperanza de que podamos salir campeones. Alentando desde los confines con esta alegría particular que se vive en la previa de cada Mundial”, concluyó Otaola.