Un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires se convirtió por estos días en noticia internacional por la inesperada invasión de loros que sufren hace tiempo.
Las aves generan un sinfín de problemas en la localidad de Hilario Ascasubi.
Un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires se convirtió por estos días en noticia internacional por la inesperada invasión de loros que sufren hace tiempo.
Se trata de la localidad de Hilario Ascasubi, de unos 5.000 habitantes, tiene hace semanas una nutrida población de estas aves dando vueltas por el cielo de la comuna.
A los problemas típicos de la aves como suciedad y ruido, se le suman otros inconvenientes como por ejemplo, incluso de infraestructura en comunicaciones ya que las especies se comen los cables de luz e internet.
Así lo hizo saber el director de una radio cercana, al contar que: "El tema de la superpoblación de loros en el sur de Villarino es un tema de hace años que venimos sufriendo. No solo por ruidos molestos toda la noche, o las heces que dejan en toda la localidad con la posibilidad de volverse un problema de salud pública, sino también por las millonarias pérdidas de dinero que se les genera a las cooperativas eléctricas y prestadores de servicio de Internet".
“Acá los loros me comen los cables de la torre y cada tres meses hay que cambiarlo. Pierdo plata”, le dijo a La Nación el director de la radio local TaxiFm, Ramón Álvarez, de Pedro Luro, uno de los pueblos colindantes a Hilario Ascasubi.
Sobre esta problemática, desde el municipio del partido de Villarino, salieron a dar algunas explicaciones.
El Secretario General del municipio de Villarino, Gonzalo Silva, explicó: “Venimos sufriendo la invasión hace ya muchos años, pero últimamente se fue agravando. Nosotros estamos cerca de la colonia más grande del mundo, que es colonia El Cóndor, en la provincia de Río Negro. En esta época del año el loro viene a esta parte del distrito por un tema de alimentación. Y se posa a dormir en hileras grandes”.
“[La plaga] ya se estableció a la tardecita hasta el otro día a la mañana temprano que empieza al amanecer en el casco urbano del pueblo. La mayor problemática es ahí (Hilario Ascasubi). Porque en el resto de los pueblos, tanto Pedro Luro, Mayor Buratovich, que están al sur de Médanos -que queda al norte-, están presentes, pero se quedan en la periferia. No ingresan al casco urbano, sino que se quedan en las plantaciones”, agregó el funcionario en un reportaje con el citado medio porteño.
Y entonces sumó: "Como es una especie amenazada que está declarada en una resolución del Ministerio de Desarrollo Sustentable y Ambiente de la Nación del año 2017, no se pueden aplicar medidas más duras".
Invasión en números
Desde la Universidad Nacional del Sur (UNS) de Bahía Blanca se contabilizó al menos 70 mil ejemplares de loros barranqueros que, cuando cae el atardecer, se apiñan en los árboles y en el tendido eléctrico, por lo que el cielo, se torna opaco, según describieron. Se especula que “hay 15 loros por persona”.
La insólita y desesperante situación de este pueblo bonaerense traspasó las fronteras y llamó la atención de medios internacionales, que dedicaron informes y posteos en redes sociales al respecto.
"Miles de loros acuden en masa a este pueblo de Argentina", publicó la CNN en su portal. "Pueblo argentino lucha contra una invasión de loros", hizo lo propio la agencia internacional Reuters.
"Los loros abruman a un pueblo argentino con chillidos, caca y cortes de energía", tituló The Guardian. "Dos localidades argentinas enfrentan un torrente de acoso. El culpable: los loros", fue el título de The Washington Post.