Tras el dramático derrumbe del edificio de edificio de 10 pisos de la ciudad de Villa Gesell, donde funcionaba un hotel, se conocieron las primeras imágenes de cómo quedó el interior de la construcción.
Tras el dramático derrumbe del edificio de edificio de 10 pisos de la ciudad de Villa Gesell, donde funcionaba un hotel, se conocieron las primeras imágenes de cómo quedó el interior de la construcción.
Los servicios de emergencia trabajan removiendo los escombros, a contra reloj, para lograr liberar a las personas que aún permanecen atrapadas.
El incidente tuvo lugar aproximadamente a la 1 de la madrugada en el Hotel Dubrovnik, ubicado en la intersección de la Avenida Buenos Aires y Calle 1, donde ahora trabajan bomberos y personal de emergencia.
El intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, señaló este martes en comunicación con Radio Rivadavia que los planos del edificio “son del año 96” y que hay "alrededor de 6 personas atrapadas",
"Los planos de este edificio son del año 96 y se estaban haciendo algunos trabajos sobre el frente, pero no sobre la torre", señaló en diálogo con radio Rivadavia, mientras que indicó: "Es una situación muy compleja y nunca nos había pasado algo de estas características".
El funcionario municipal indicó, además: "Están trabajando los Bomberos y haciendo un gran esfuerzo para rescatar a las personas atrapadas. Hay muchos bomberos voluntarios de la región ayudando en el operativo".
"Son alrededor de 6 personas atrapadas", expresó Barrera y contó: ”Un edificio que estaba al lado y era más pequeño también colapsó porque le cayó parte de la estructura del otro edificio".
En agosto de este año la Dirección de Edificios Privados y Espacios Públicos de Villa Gesell “detectó y paralizó los trabajos que se estaban realizando en el interior de la propiedad” ya que el hotel Dubrovnik no contaba con la debida autorización municipal.
“Posteriormente a la intimación, los propietarios solicitan mediante un aviso de obra la autorización únicamente de las siguientes tareas: cambio de carpinterías, cambios de revestimientos de pisos, pintura interior, cambio de revestimiento de baños y retiro de mesadas”, detalla el comunicado al que pudo acceder la Agencia Noticias Argentinas.
En este marco, dichos trabajos fueron autorizados “con la salvedad de que el cambio de carpinterías solo se autorizaba en planta baja y no en altura”.
Luego, “los dueños agregan un informe técnico sobre unas tareas preparatorias de un ascensor que pretendían en instalar en el sector de recepción, como así también la solicitud de autorización para la construcción de un tabique de pasadizo de este ascensor pretendido”.
En otra solicitada, piden “prefactibilidad de instalación de dicho ascensor”, acto que el Municipio resolvió haciéndole saber el 15 de octubre de la necesidad de presentación formal de la documentación correspondiente a esta obra.
“Si bien no se puede hablar con exactitud sobre los detalles del derrumbe, sí se puede afirmar que en la parte colapsada se habría estado modificando la estructura en forma ilegal e irregular”, indicaron.
En enero de 2020 dicha ciudad balnearia ya había tenido un incidente luego de que se derrumbaran tres balcones de un edificio ubicado en la Avenida Costanera N°69, entre Buenos Aires y 301.
Los expertos anunciaron que la caída de uno de los balcones generó el efecto dominó, lo que ocasionó el desprendimiento hasta el suelo de la construcción.
En esta oportunidad no hubo que lamentar heridos ni víctimas fatales, pero sí generó terror al tratarse del inicio de la temporada de verano.
En 2018 en Mar del Plata dos balcones de un edificio ubicado en Punta Mogotes se desprendieron y mataron a Agustina Ferró, de 35 años, y a India Luzardi, su hija de 3.
Ese mismo año, pero en Santa Teresita, el techo de un centro cultural que se estaba construyendo se derrumbó y provocó la muerte de seis personas.
Al momento del desprendimiento trabajaban 12 obreros, los cuales solo la mitad logró salir con vida de entre los escombros.
Dos años después, en julio de 2020, también en Mar del Plata cayó una mampostería de un edificio y mató a una mujer que caminaba por el lugar junto con su hija y otra chica, quienes resultaron ilesas.
Un poco más alejado en el tiempo, en 1992, cedió un balcón y fallecieron cuatro jóvenes turistas en Pinamar.
Luego de una investigación, los responsables de la construcción del inmueble, los hermanos Juan y Andrés Majesky, fueron a juicio oral y recibieron una condena de tres años de prisión en suspenso y nueve de inhabilitación profesional.
Se establece que las construcciones en la Costa tienen mayor riesgo por la sal del mar que se expande por los vientos, sumado a las altas temperaturas y la poca sombra que hay en dichas ciudades.
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