La amistad desempeña un papel crucial en la vida de las personas, como se suele decir, los amigos son la familia que uno elige, y su impacto en nuestra salud mental y emocional es innegable. Al forjar vínculos sólidos, la amistad nos brinda un sentido profundo de pertenencia, impulsándonos a aumentar la autoestima, fortalecer la confianza en nosotros mismos y reducir el estrés y la ansiedad. Sin lugar a dudas, la amistad enriquece de manera significativa cada aspecto de nuestra vida.
"Los amigos son aquellas personas que a menudo nos acompañan en la superación de procesos complejos, como la pérdida de seres queridos, las separaciones de pareja, los divorcios o la partida de los hijos de casa. Estos eventos forman parte del ciclo evolutivo y es reconfortante contar con amigos que nos brinden apoyo durante estas situaciones. Además de los beneficios emocionales, la amistad también ha sido comprobada como un factor que contribuye a la salud física, ayudando, por ejemplo, a reducir la hipertensión arterial", explicó la Psicóloga Carla Korol.
A nivel social, la amistad nos ayuda a construir hábitos saludables consideró Korol. Es común que en grupos de jóvenes las amistades se animen mutuamente a ir al gimnasio, practicar deporte u otras actividades beneficiosas para nuestra salud. Estas "personas vitaminas", como se les llama, nos empujan a realizar cosas positivas y se ha hablado mucho sobre su influencia en los últimos tiempos.
Calidad sobre cantidad
Es crucial comprender que las amistades evolucionan a lo largo del tiempo y pasan por diferentes etapas. A medida que crecemos, nuestras amistades se moldean según nuestra evolución y madurez emocional. "No todas las etapas de nuestra vida compartimos las mismas características, pensamientos y emociones. Es posible que, durante la adolescencia, las amistades sean más posesivas y menos saludables. Sin embargo, con el paso del tiempo, es necesario avanzar hacia relaciones más maduras y enriquecedoras", enfatizó la profesional.
Al mismo tiempo, Korol destacó que es más importante valorar la calidad de las amistades más que la cantidad. "A lo largo de la vida, es normal que las amistades fluctúen y cambien. Algunas amistades perduran desde la infancia, mientras que otras son más efímeras. No siempre debemos coincidir en todo, pero es válido mantener lazos duraderos y reconocer que, a veces, distanciarse de personas que nos causan daño es lo más saludable. Lo importante es entender que la amistad implica una elección mutua y un sentimiento de reciprocidad".
Amistades tóxicas
Sin embargo, también es importante reconocer la existencia de amistades tóxicas. Estas amistades pueden influir en la adopción de hábitos poco saludables o manifestar comportamientos negativos. De acuerdo a la profesional, algunas personas pueden no haber alcanzado una madurez en su forma de amistad, especialmente durante etapas tempranas de la vida. Cuando somos muy jóvenes, las amistades pueden tener características más posesivas y menos saludables. Estas relaciones pueden ser consideradas como tóxicas, donde uno no experimenta alegría y se siente coartado.
Estos atributos negativos se manifiestan en actitudes como la falta de alegría o la presencia de envidia y resentimiento. Estas dinámicas pueden superarse con la edad, ya que son más frecuentes durante la adolescencia, cuando aún estamos desarrollando nuestra personalidad y atravesando diversas experiencias. Sin embargo, algunas personas continúan relacionándose de esta manera y exhiben comportamientos poco saludables al elegir amistades.
"No son personas que realmente se alegran con nuestros logros o que carecen de las características de una amistad madura. A veces se comparan demasiado con nosotros y no se ponen contentos. No nos preguntan cómo estamos, solo nos buscan cuando ellas están mal", explica Korol. Es esencial reconocer estas dinámicas y ser selectivos al elegir nuestras amistades a medida que crecemos.
Equilibrio necesario: tiempo para la amistad
"Los amigos terminan siendo estas personas que uno elige para acompañarse en la vida y que siempre están ahí para nosotros, con sus errores y defectos. Nos aceptan con nuestros errores y defectos, nos ayudan y nos marcan cuando nos equivocamos, pero lo hacen con amor", manifestó Korol. La amistad es un sentimiento especial que va más allá de una fecha puntual, como el Día del Amigo. Es algo que celebramos todos los días cuando compartimos momentos con quienes nos alegran y nos entienden emocionalmente. La amistad es esencial para nuestro bienestar emocional y tiene efectos significativos a nivel emocional, físico y social.
En ocasiones, debido a responsabilidades laborales, familiares o de pareja, dejamos de lado la amistad. Sin embargo, en opinión de la profesional, es importante dedicar tiempo para el esparcimiento y no descuidar las relaciones de amistad. Los amigos brindan la oportunidad de abrirnos y compartir una perspectiva diferente a la laboral, aunque su mirada también puede estar parcializada. Es fundamental tener momentos de dispersión y comprender que la amistad es un tipo de amor distinto, así como el amor de pareja, basado en la elección y el respeto mutuo.
En definitiva, la amistad implica reciprocidad y un vínculo en el cual elegimos compartir nuestro tiempo con los demás. Aunque la frecuencia puede variar, hay un sentimiento y un lazo que trasciende las diferencias y permite que todo fluya cuando estamos juntos. "La amistad es un pilar importante en nuestra vida social y emocional, y debemos valorarla, otorgándole el tiempo y espacio que merece", cerró Korol.
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