Romina Santopietro
Hace pocos días se llevó a cabo una muestra única en su forma, donde el arte fue el regalo para el público asistente, Nosotros conversamos con sus artífices Ricardo Calanchini, Carlos Monge y Leo Moscovich para saber cuál fue el balance del evento.
Romina Santopietro
La ciudad de Santa Fe cuenta con una producción de arte de primer nivel. Sin embargo, no es frecuente que los artistas se unan para gestionar una muestra y brindarla al público como un regalo.
Este fue motor de una exposición única en su estilo: el lugar elegido, La Imprenta, un espacio de carácter industrial, sobrio, minimalista y alejado del centro de la ciudad, cobijó a los Mosqueteros, así definidos acertadamente por Luciano Lazzarino, para gestar este evento.
De esta manera, la muestra Los Mosqueteros de la Imprenta, desde su génesis se planteó como un espacio para que el arte sea disfrutado de primera mano, donde por el tamaño del edificio, el visitante se viera realmente inmerso en el ambiente creado para acoger las obras. de los tres mosqueteros.
Estilos diferentes, bien marcados, con la impronta propia de cada artista, pero que combinaron en armonía, coexistiendo en una sinergia seductora.
Los mosqueteros de la literatura era unos caballeros espadachines, amigos inseparables que vivían bajo el lema "Todos para uno, uno para todos". Intrépidos, valientes y comprometidos, no dudaban en emprender aventuras, confiando en sus habilidades.
Por eso es tan perfecto el nombre dado por Luciano Lazzarini para Calanchini, Monges y Moscovich: son aventureros que acometieron la tarea de montar una exposición para ofrecer un regalo -el arte- a la ciudad.
Así, autos antiguos, las motos clásicas de Calanchini, la cabina interactiva de Carto Monges, música, tragos y una iluminación muy particular crearon el marco de las obras de arte, que generaron una convocatoria enorme en la noche de la inauguración. Y en los días posteriores también.
Tres artistas nacidos de diferentes forjas, unidos por el hilo del dibujo crearon un espacio mágico. Tres hombres con estilos diferentes pero con una visión compartida y una pasión en común. Un power trío de las artes plásticas
Es un artista que verdaderamente no necesita presentación. Con 40 años de carrera y toda su vida dedicada al arte, busca elevar la vara y llegar con sus obras a más gente, a la toda la ciudad, a conmover y a ocupar espacios. Ese desafío personal, que lo impulsa a ir siempre por más, a la búsqueda constante de crecimiento, se tradujo en esta ocasión en una asociación que se propone permanecer unida para el 2024 y crear más ámbitos propicios para que florezca el arte. Y llegue a más gente.
"Hacía mucho tiempo que no exponía con otros artistas. Soy más bien solitario, porque me gusta mucho que las cosas salgan como yo las pienso, o como las diseñé para que salgan. También hay modos diferentes de trabajar. Yo, como soy muy intenso, necesito que haya compromiso, que se trabaje mucho. En esta ocasión fue un éxito bárbaro, porque los tres teníamos la misma frecuencia", explica Calanchini. "No hubo diferencia de criterios, somos tres personas muy seguras, no hubo ningún tipo de competencia o celos profesionales".
"A Carlos lo conozco de toda la vida, con Leo nos conocemos de otros ámbitos, pero el hilo conductor que nos une es que los tres somos buenos dibujantes. Leo trabajó más en otro soporte, que es la piel, mientras que nosotros en cartón, madera, lienzo, papel...", define Ricardo.
Con respecto a si esta tríada se mantendrá en el tiempo, Calanchini responde que el dream team se agranda: la idea es incorporar a Remi Bouquet y a Ana Paula Ocampo a ser parte de las futuras exposiciones.
Esta forma de llevar el arte al público es un rasgo rebelde de Calanchini desde siempre. Escapar a lo excluyente del museo. A dejar el arte libre y vivo. "A mi desde siempre me pareció que la gente tiene que entender que esto es una profesión, no un hobby. Entonces uno tiene que poder vivir de su profesión. Por eso levanto la vara con mi esfuerzo y mi trabajo. Y claro, con ayuda de amigos. Además de tener una obra convocante, es dedicarle tiempo, ganas y voluntad".
"Siempre me queda un sabor a derrota. Porque hice invitaciones específicas a las diferentes tribus. Para que no sea siempre la misma gente en el mismo ambiente. Esta era una oportunidad para que las tribus de músicos, de teatro y de artes plásticas se junten".
"Queríamos darle un regalo a la ciudad, después de un año muy complicado. Creo que los logramos. Pero también me gustaría que estas tribus que conforman la ciudad, se unan para lograr algo aún más grande".
Como el gran artista que es, Calanchini sueña en grande.
El arquitecto y diseñador industrial, que firma su faceta artística como Carto Mondes, cuenta cómo fue su experiencia:
"Los Mosqueteros" irrumpieron en La Imprenta con una explosión de creatividad. Todo empezó cuando Leo Moscovich expuso en este espacio en septiembre, una caja negra que se convirtió en un lugar mágico. Ricardo Calanchini y yo estábamos invitados, y tras conversar con Leo y el dueño, nació un acuerdo que dio vida a esta muestra única.
"Fue nuestra primera vez exhibiendo juntos, y la armonía se dio sin rivalidades entre artistas. El verdadero detonante fue la transformación instantánea: al ingresar, la caja negra se convirtió en una caja de Pandora rebosante de arte, iluminación, música en vinilo y una atmósfera única".
Increíblemente, más de 3.000 personas se sumergieron en este espacio en apenas 5 horas de inauguración. "Tras este éxito, planeamos reinventar ideas y obras para atraer a aún más espectadores a nuestra próxima muestra".
Los Mosqueteros están decididos a seguir esta travesía artística, ofreciendo experiencias nuevas y manteniendo viva la magia que nos une en cada creación.
El músico, tatuador y dibujante estrenó su primera muestra hace pocos meses. Está desbordado de alegría y emoción por el recibimiento que tuvo esta faceta que acunó durante mucho tiempo antes de presentarla en nuevos lienzos, diferentes de los lienzos vivos que se pasean por la ciudad.
Y realmente se puede decir que esto recién comienza, porque para el año 2024 ya se están proyectando cosas.
-¿Cómo surgió el proyecto de los Mosqueteros de la Imprenta?
-En septiembre yo hice mi primera muestra en este mismo lugar, La Imprenta. Ricardo me dio una mano con el montaje ese día, y Carlos vino invitado.
Esa noche salió todo super bien, fue un gran evento. Quedó hermoso el lugar (que ya es increíble en sí) con las obras, la iluminación, la música, y bueno, ahí mismo surgió la idea de repetirlo entre los tres.
Es la segunda vez que expongo en mi vida.
-¿Qué expectativas te generó el hecho de compartir espacio con otros artistas?
-En mi caso fue una experiencia enriquecedora, al compartir con ellos dos que tienen mucho más recorrido que yo en cuanto a exposiciones. Si bien yo vengo trabajando en otra rama del arte que es el tatuaje desde hace casi 30 años, y siempre pinté, soy nuevo en esto de exponer.
-¿Por qué Tres Mosqueteros? ¿Se cumple la premisa de "todos para uno y uno para todos"?
-Fue una idea de Luciano Lazzarini, periodista cultural que redactó un texto para darle un sustento ideológico a la muestra.
Y realmente sí, se cumplió esa premisa.
-¿Hubo material preparado de cara a esta muestra? ¿Cuál fue el detonador, la inspiración para ello?
-Todos llevamos obras nuevas y obras ya existentes, en mi caso sumé dos obras grandes sobre lienzo, continuando la serie sobre madera "Desinteligencia Natural" que hice para mi muestra anterior.
-¿Podemos esperar más aventuras de los mosqueteros de la Imprenta?
-¡Seguramente!
-¿Cómo funciona este triunvirato de artistas? ¿Son de planificar meticulosamente o se organizó todo con asadito y vinito en un ambiente relajado?
-Una mezcla entre las dos maneras, hay una organización, reuniones y mucha logística a coordinar, pero siempre con calma y disfrutando el proceso.
-¿Esta forma de llegar al público es una manera de reinventarse o simplemente de divertirse?
-Yo creo que un poco de las dos cosas, el objetivo es mostrar lo que uno hace a la mayor cantidad de gente posible, generar un impacto y un ambiente apropiado, pero a la vez pasarla bien y divertirse siempre es un fin.
-¿Cuál es tu balance personal de la muestra?
-Yo estoy muy contento y agradecido, el equipo de trabajo funcionó muy bien, la convocatoria del evento superó nuestras expectativas y pude hacer conocer mi trabajo a muchísima gente.
Valoro y agradezco mucho también el apoyo y difusión que tuvimos de varios medios, y la buena predisposición de todas las personas involucradas, los responsables del espacio, la buena onda y cariño de la gente que recorrió la muestra en los 4 días que duró. Balance más que positivo. Siempre para adelante. ¡Hacer y seguir haciendo!
"Tengo la suerte de haber transcurrido gran parte de mi vida dedicándome al arte. Soy músico, tatuador y dibujante por naturaleza. Me siento muy feliz y muy completo. Si el Leíto de 15 años hubiese podido ver que el Leo de 50 vive de tatuar, pintar y hacer música, no lo creería".
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.