Consejos eficaces para calmar la ansiedad de tu perro en el veterinario
Desde acostumbrarlo al entorno hasta mantener la calma, descubre cómo hacer de estas visitas una experiencia más tranquila, creando un ambiente positivo que le ayude a asociarlas con algo más menos intimidante.
Mantener la calma es clave para transmitir seguridad a tu mascota.
Llevar a tu perro al veterinario puede ser una experiencia estresante tanto para el animal como para el dueño. Los ruidos extraños, el ambiente desconocido y la presencia de otros animales pueden causar que tu perro se sienta ansioso o incluso temeroso.
Sin embargo, existen diversas estrategias que puedes implementar para reducir la ansiedad y asegurarte de que la visita al veterinario sea lo más tranquila posible.
A continuación, en la revista Nosotros te detallamos cada etapa.
Preparación previa
Uno de los pasos más importantes para reducir la ansiedad de tu perro es acostumbrarlo al entorno del veterinario antes de que sea necesario para evitar consecuencias negativas.
Puedes comenzar a visitar la clínica sin una cita médica, simplemente para que tu perro se familiarice con los ruidos y los olores del lugar. Esto le ayudará a asociar el espacio con algo neutral y no necesariamente con situaciones de estrés.
Acostumbra a tu perro al entorno del veterinario para reducir su ansiedad.
Si tu perro no está acostumbrado a estar dentro de un consultorio, puedes practicar en casa con algunos de los mismos procedimientos que realizaría el veterinario, como tocar sus patas, orejas o dientes.
De esta manera, tu perro no se sorprenderá cuando el veterinario haga lo mismo. Además, puedes llevar a tu mascota para un paseo cercano al centro veterinario para que, cuando llegue el momento de la consulta, esté menos ansioso por la proximidad del lugar.
Mantén la calma
Los perros son muy sensibles a las emociones de sus dueños, por lo que es importante que tú también te mantengas calmado durante la visita. Si te muestras nervioso, es probable que tu perro perciba tu ansiedad y se sienta más estresado.
Respirar profundamente y mantener una actitud relajada ayudará a transmitirle seguridad a tu mascota.
Visitas frecuentes para chequeos sin intervenciones pueden reducir el miedo.
En algunos casos, los veterinarios recomiendan el uso de feromonas sintéticas en forma de difusores o aerosoles, que tienen un efecto calmante en los perros. Estas feromonas imitan las sustancias que las madres perras producen para calmar a sus cachorros y pueden ser útiles para crear un ambiente más relajado.
Planifica la visita
Asegúrate de elegir un momento adecuado para la cita. Si sabes que tu perro es más sensible a ciertos estímulos, como el tráfico o el clima, trata de evitar esos factores que puedan aumentar su nivel de estrés.
Elige el momento adecuado para la cita y evita los horarios de mayor afluencia.
Además, es recomendable evitar horarios de gran afluencia en la clínica veterinaria para minimizar la presencia de otros animales, lo cual podría generarle más ansiedad.
Si tu perro ha tenido experiencias negativas en el veterinario, considera programar una cita de rutina solo para un chequeo sin intervención médica. Esto ayudará a tu mascota a asociar las visitas con experiencias menos estresantes, en lugar de solo acudir en momentos de enfermedad o dolor.
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