"Mamá por siete": la aventura y los desafíos de la maternidad numerosa
En el Día de la Madre, la historia de Silvia Bergamini resalta los desafíos y alegrías de criar una familia numerosa, mostrando cómo el amor transforma obstáculos en lecciones valiosas.
"Mamá por siete": la aventura y los desafíos de la maternidad numerosa
Como cada año, el Día de la Madre representa una ocasión especial para rendir homenaje y celebrar el amor incondicional de aquellas mujeres que dejaron una huella profunda en nuestras vidas. Esta fecha tiene un significado especial, ya que permite a las familias reconocer a todas las figuras maternas, ya sean biológicas, afectivas o elegidas. La jornada se caracteriza por reuniones familiares, comidas especiales y un sincero deseo de conexión y gratitud hacia las madres.
Aunque sus orígenes estuvieron relacionados con la religión, esta festividad evolucionó en un símbolo de unión y cariño que trascendió lo religioso. En este contexto, compartimos la historia de Silvia Bergamini, de 53 años, quien es madre de siete hijos y profesora de educación especial.
En su núcleo familiar, “el valor de los hijos siempre fue como un gran tesoro, algo maravilloso”, explicó Silvia, quien también proviene de una familia numerosa y es la hija mayor de cinco hermanos.
La vida con siete hijos
Sus valores y crianza despertaron desde muy joven en ella el deseo de construir un hogar similar, lleno de amor y calidez. De este modo, su historia se entrelaza con la de su esposo, Hugo, quien también es el menor de cinco hermanos. “Soñaba con una familia numerosa. Quería tener cuatro hijos, pero él decía que con dos estaba bien”, comentó la entrevistada.
El matrimonio tiene siete hijos: María Agustina, de 29 años; Santiago, de 27; Joaquín y María Emilia, que son mellizos y tienen 26; Ignacio de 24; María Clara de 14; y Emanuel, de 7. “Siempre digo que Dios me dio lo que yo quería, lo que él quería, y además nos regaló uno. Hizo todo un combo completo”, sostuvo, remarcando que ser madre de tantos implica una gran responsabilidad, tanto económica como afectiva.
Para Silvia ser madre implica la mayor satisfacción de ver crecer a los hijos.
“En esto de tener que ver cómo organizarnos familiarmente, mi esposo pudo mejorar en su trabajo, aumentar los ingresos y asegurar el sustento. Cuando nuestro quinto hijo era pequeño, yo renuncié a mi trabajo sin goce de sueldo”, explicó Silvia, quien a partir de ese momento se dedicó tiempo completo a la crianza.
El deseo de ser madre
Después de anhelar la llegada de un niño, la noticia de su primer embarazo fue un momento inolvidable. “Cuando nos enteramos, era toda una fiesta. No veía la hora de contarles a los demás. Fue una noticia increíble”. El nacimiento dio inicio a una aventura familiar que rápidamente se expandió, y hoy en día ya cuenta con tres pequeños nietos.
“Hay un dicho que dice que cada hijo viene con un pan abajo del brazo. Yo digo que viene con una panadería”, aseguró Silvia, enfatizando que cada nuevo miembro de la familia trajo consigo oportunidades y recursos. Sin embargo, también mencionó la importancia de estar preparados para enfrentar los desafíos que conlleva la maternidad.
Silvia compartió su experiencia de ser madre, un viaje lleno de risas, desafíos y mucho amor.
Al hablar sobre lo que más disfruta de ser madre, afirmó que ser trata de “ver cómo cada uno de mis hijos ha ido creando sus propias historias, cómo han expresado su forma de ser y su estilo. Especialmente en los más grandes, siento que han ganado alas; tienen raíces, pero también libertad. Y me maravilla. Aunque ser mamá implique renunciar a uno mismo, a la comodidad y al tiempo, para mí es realmente lo mejor que puede suceder”,
Lecciones aprendidas
Durante la charla, Silvia recordó que al esperar a su tercer hijo la logística familiar se complicó, ya que “la mayor tenía dos años y medio y el segundo un año y un mes”. “Era despertarnos a la madrugada, cambiar pañales, y todo se convertía en una aventura”, comentó.
Las dificultades también se hicieron evidentes durante la adolescencia de los mayores. “Vivimos un poco alejados de la ciudad y dar permiso para salir era complicado. Además, en ese momento atravesábamos situaciones económicas complejas. Parecía que nunca alcanzaba el tiempo para estar presentes o atender las demandas”, señaló.
Silvia narró sus experiencias de sacrificio y recompensas en la crianza de sus siete hijos.
En está línea, reveló que “a veces pensaba: ‘Ay, por Dios, no puedo con tanto’”. Cuando los chicos empiezan a separarse de sus padres y tienen sus propias ideas. Te dicen: ‘Si todos van para allá, yo también quiero ir’ o ‘No me entiendes’”, por lo que esos momentos resultaron bastante movilizadores.
Asimismo, la entrevistada comentó que “hubo preocupaciones de salud con algunos de los chicos en determinados momentos. Afortunadamente, nada grave, pero eran como tormentas que se levantaban y luego se calmaban, lo que hacía que esas etapas fueran desafiantes”.
Amor que transforma
Silvia reflexionó sobre su experiencia en el proceso de aprendizaje como madre: “Me he formado, he leído y escuchado, pero he aprendido sobre la marcha”. Este enfoque muestra su deseo de mejorar continuamente y ser la mejor madre posible. “No puedo cambiar el pasado, pero he intentado hacer lo mejor que he podido”, afirmó, subrayando su compromiso con el crecimiento personal y familiar.
Silvia se maravilla al ver cómo sus hijos crecen y forjan sus propias historias.
Finalmente, ofreció un mensaje esperanzador a las futuras madres: “Es un don precioso. En algún momento, alguien tuvo respeto por nuestra vida, honró nuestra vida y cuidó de ella. Alguien cumplió con esa misión de ser mamá. Tener la posibilidad de ser madre, ya sea biológicamente o a través de la adopción, es maravilloso”.
“Les diría que confíen, que no tengan miedo. Los miedos surgen, pero no deben abrazarse a ellos; en cambio, abracen la esperanza y la confianza en que la naturaleza, Dios y el proceso de la vida seguirán su curso. Abracen la esperanza y la confianza, porque el amor sana y transforma. No hay nada que se presente que no se pueda superar”, cerró.